“Hay algo que hace muy diferente a la Victoria. Es el secreto mejor guardado de esta fábrica”
Juan A. Gómez
Eduardo Sall Reina (Las Palmas de Gran Canaria, 1967) es el actual director de la Fábrica de Cervezas Victoria en Málaga y su maestro cervecero. Nadie como él conoce los secretos de la Victoria y la alquimia de su elaboración. En 2016, toma las riendas de la nueva planta y desde entonces, el consumo de la ‘rubia’ más popular de Málaga no para de crecer. Su trayectoria arranca en la Compañía Cervecera de Canarias (CCC) con sede en Santa Cruz de Tenerife, otra histórica de las Islas Canarias. Antes de convertirse en el director de fabricación, pasó por todas las áreas de producción. Cuenta con un máster por la Universidad Politécnica de Madrid en elaboración de cerveza y otro por la Universidad de Nottingham (Reino Unido). También tiene postgrados cursados en Berlín y Lovaina (Bélgica).
Cervezas Victoria anunció hace unas semanas que ampliaba la zona de envasado para elevar la producción, ¿contento de que la fábrica vaya creciendo?
Realmente, nos hemos adelantado a una inversión que estaba prevista a medio plazo. La fábrica puede hacer mucho más y la idea es que siga creciendo.
Si en algo habéis acertado es en el diseño. La imagen de Victoria destaca con nota en el lineal, ¿la calidad debe ser pero también parecer?
Sin duda. La etiqueta transmite una imagen de frescura y conecta muy bien con las raíces malagueñas de la marca. Ha habido un gran trabajo desde marketing.
Sabiendo que Victoria es una marca histórica en Málaga, ¿elaborarla entraña también una gran responsabilidad?
Victoria es una marca muy importante para Málaga y se identifica claramente. Creo que es todo un orgullo. Y acepto de muy buen grado esa responsabilidad.
Apostamos muchísimo por la calidad y la excelencia está en el cien por cien de los productos que utilizamos. Por otro lado, contamos con diagramas de procesos específicos para Victoria. La cerveza posee una maduración prolongada. Es una cerveza tipo ‘lager’ muy aromática y de burbuja fina. Es fresca y agradable al paladar. Figura dentro de las lager de gama alta pero, sobre todo, es muy bebible y se adapta perfectamente a Málaga.
¿Tiene Victoria una fórmula tan secreta como la Coca Cola?, ¿cómo ha soportado tan bien el tiempo?
En efecto. Hay algo en los procesos de fabricación que hacen muy diferente a la Victoria. Precisamente esto, le da un sello personal y característico, aunque hasta aquí puedo leer (ríe). No se puede desvelar. Es el secreto mejor guardado de esta fábrica.
De todos modos, ¿cuáles son los requisitos para elaborar una gran cerveza?
Hay muchos ejemplos de cervezas convencionales y muchas tipologías. No son malos productos aunque tampoco sobresalen. Todo aquel que apueste, de verdad, por la calidad es quien marcará la diferencia. Y ese factor determina la elección por parte del fabricante. Los costes, al final, importan poco si la calidad es buena.
Estamos asistiendo a una edad dorada con la irrupción de las cervezas artesanas, las microcervecerías, la popularización de las IPA. Incluso los grandes fabricantes adquieren pequeñas empresas para completar su porfolio, ¿qué opina de este movimiento?
Es bueno. El mundo de la cerveza estaba algo dormido. Todo ello está favoreciendo el despertar de una cultura y un universo vinculado a la cerveza. Independiente de ello, está abriendo otros frentes como el desarrollo de nuevos productos. Al final, el consumidor tiene más opciones para elegir. Nosotros también vimos esa posibilidad con Victoria Negra.
¿Cómo surge la idea de la Victoria Negra?, ¿qué características tiene respecto a otras negras del mercado?
Fue un reto porque había que adaptarla al clima mediterráneo de Málaga. Y la aceptación que está teniendo es francamente buena. Es cien por cien alemana, sigue la receta original y cien por cien malta. Con todo, no es una negra convencional ya que está diseñada exclusivamente para el clima de aquí. Por lo tanto, ligera, aunque sin perder la esencia de lo que ha de ser una perfecta negra. No podemos olvidar la Cerveza Victoria Limón que acabamos de lanzar. Es una clara elaborada con zumo de frutas de limones naturales.
Al margen de la negra y la Victoria Limón, ¿tenéis pensado elaborar alguna cerveza especial?
La pasada Navidad elaboramos una pequeña partida de Victoria madurada con madera de castaño y roble. No la habrá visto porque se reservó para las visitas a la fábrica y como regalo a trabajadores y distribuidores. Tiene una crianza especial en la que se han usado variedades ibéricas de madera. Le cuento. Es una cerveza potente si bien equilibrada. En boca, las notas de madera se mezclan de forma proporcionada con los sabores a malta caramelizada, regaliz, pasas y especias dulces. Ofrece matices dulces, una sensación cremosa y envolvente.
A largo plazo, podemos aprovechar las nuevas líneas de envasado y hacer más especialidades de Victoria. De todos modos, soy partidario de la mesura en esta fiebre de variedades. Ni podemos volvernos locos creando cualquier cosa, ni tampoco caer en la rutina del día a día. Creo que no se puede hacer cualquier tipo de cerveza porque no hay mercado. Para bien o para mal, los alemanes y los belgas nos llevan ventaja. Opino que hay que abrir un camino, pero no cuarenta porque muchos de ellos no llevarán a ningún sitio.
De Canarias a Málaga, de la insularidad a la península, ¿cómo se encuentra aquí?
Aquí estoy como en casa. La gente me ha tratado muy bien. En realidad, Málaga se parece a Las Palmas.
¿Algún deseo para futuro?
Hacer crecer esta fábrica porque se le puede sacar mucho partido.