“Hay que emprender desde el colegio” - El Sol Digital
“Hay que emprender desde el colegio”

“Hay que emprender desde el colegio”

Jorge Lang, Director de Innovación y Nuevos Negocios de Intel

JAG

El Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) acogió recientemente el curso de verano de la Universidad de Málaga ‘Emprendimiento Global’. Hablamos con uno de los ponentes más destacados, Jorge Lang, director de Innovación y Nuevos Negocios para el sur de Europa de Intel en el edificio ‘The Green Ray’.
Suya ha sido la ponencia ‘Emprender de la mano de una multinacional. INTEL’. Además, han participado directivos como el director regional Sur-Canarias de IBM, Javier Bentabol; el director del PTA, Felipe Romera; la directora del Parque Científico Universidad Carlos III de Madrid, Paloma Domingo; el vicepresidente de la Fundación Repsol, César Gallo; el director de Innovación de Iberdrola; además de representantes de Unicaja, Ericsson, Keysight, Accenture, Oracle, Samsung y Santander, entre otros.
Jorge Lang es natural de Madrid. Licenciado en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, lleva casi dos décadas en Intel y ha desempeñado funciones en casi todas sus áreas.
¿Qué desea transmitir a los alumnos?
Estamos inmersos en un mundo global donde la tecnología es fácil y accesible. Sin embargo, lo que busca la gran empresa son las ideas, los usos que se le puede dar a esa tecnología. Y para ello, debemos recurrir a gente que conoce los problemas de la gente y que no tiene barreras ni prejuicios. Es el ‘open innovation’ o innovación abierta.
A veces, es difícil innovar radicalmente desde dentro. Se pueden apoyar en gente externa sin ideas preconcebidas y pueden pensar formas nuevas.
¿A las grandes empresas les cuesta hacer cambios?
Llega un momento en que, la inercia de esa gran compañía es difícil de romper. Los propios empleados y directivos se autolimitan por reglas establecidas bajo la creencia de que todo va bien. A menudo, la innovación radical parte el camino. Un giro brusco imposible de realizar. Imagínese un superpetrolero.
¿Qué formas existen de innovar desde fuera para una gran empresa?
Vamos a lanzar el reto Edison. Básicamente, es un micropc que cabe en la palma de la mano. Tiene memoria, disco duro, procesador, wifi, bluetooth. El reto consiste en que los alumnos planteen ideas. ¿Qué harías con él?, ¿dónde lo implementarías?. Se les pedirá que diseñen un proyecto. Es una manera de estimular el pensamiento abierto.
Las start-ups deben entender, sin dejar de tener la mente abierta, cuáles son los problemas que atañen a las grandes empresas. Y, posiblemente, las primeras planteen soluciones que las primeras ignoran, o ni se plantean, por considerarlas ridículas.
¿Las nuevas generaciones son más innovadoras que sus precedentes?
Bajo el concepto de digitalización, absolutamente sí.
Son nativos digitales que comprenden la tecnología perfectamente. Si hay que poner un pero, es su capacidad de emprendimiento. Es necesario fomentar el emprendimiento desde las edades más tempranas, en el colegio. Haz tu idea y crea tu proyecto. Son conceptos que la enseñanza primaria ya debería incentivar.
Ahora hay una fiebre por las apps y las aplicaciones móviles, usted que viene de la industria tecnológica, ¿qué opina?
Pretendemos que ‘Edison’ les empuje al hardware. En general, se ha fomentado más el software por su fácil acceso. Con el tiempo, la gente se ha volcado en las apps. Es cierto que una idea puede plasmarse en una app. No lo critico. Pero el hardware también existe. Ofrece un modelo de negocio distinto porque manejas un producto tangible que genera un modelo industrial. El app por sí sola, no va a resolver una funcionalidad. Acostumbrérnonos a trabajar en soluciones integradoras.
¿Era la cenicienta frente a las apps?
Sí. La gente se imaginaba soldando transistores. Queremos bajar las barreras que frenan a los emprendedores.
¿No se abusa del concepto innovación como antes se hacía con calidad?
Son dos palabras mágicas. Yo creo que hay que ser escéptico con ‘la innovación para todo’, y cambiarla por la innovación para sectores y utilidades concretas. Con todo, no debemos confundir innovación con emprendimiento. Debería fomentarse éste último en el colegio porque sufrimos un déficit.

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