La Sonrisa de Gioconda - Con la comida no se juega - El Sol Digital
La Sonrisa de Gioconda – Con la comida no se juega

La Sonrisa de Gioconda – Con la comida no se juega

Disfrutamos de una diversidad gastronómica envidiable que muy pocos lugares del mundo pueden igualar. Incluso dentro de una provincia, hay zonas culinarias dispares y platos muy matizados por la orografía. Dicho esto, con un patrimonio tan rico, es impensable que los comedores escolares no estén a la altura. Para sorpresa de todos, así ha sucedido durante mucho tiempo. Desde que la Junta de Andalucía (con el gobierno del PSOE), externalizara los servicios de comida en los centros educativos de primaria y secundaria, el nivel de calidad de los menús ha caído en barrena. No hace falta ser un experto, ni siquiera un acerado crítico, para detectar un hecho tan lamentable. Solo hay que sentarse con nuestros hijos, y preguntarles, para descubrir una realidad incómoda.  Ellos no mienten y saben si algo está bueno o no. En general, los escolares han comido mal, que digo mal, peor. Y lo decimos en pasado porque la Junta de Andalucía ha cambiado de política lo que, en la práctica, supone reconocer un error anterior. Las grandes industrias del catering, que operaban en la Comunidad, han hecho y deshecho a su antojo, presentando menús que ni el más infame de los presidiarios hubiera aceptado. Mal sabor, puntos de cocción inexactos, pescado congelado de la peor calidad, materia prima de segunda o tercera categoría, platos en los que faltaban ingredientes, carnes secas, etc. La lista es inacabable y demuestra la escasa preocupación de las administraciones por la nutrición de los más pequeños, un colectivo vulnerable que no ha podido defenderse.

Afortunadamente, el nuevo gobierno de la Junta ha reaccionado ante las continuas quejas de las asociaciones de padres, aunque la gota que ha colmado el vaso han sido la emisión de ‘¿Te lo vas a comer?’ de Alberto Chicote sobre algunas instituciones públicas andaluzas. Más allá de una propuesta televisiva que busca audiencia, ha puesto sobre la mesa muchas de nuestras vergüenzas.

La Junta de Andalucía ha reaccionado y ha modificado los pliegos de contratación del servicio de comedor escolar favoreciendo las empresas locales y las entidades más pequeñas. En la práctica, lo pone difícil a las grandes industrias cuyos menús se cocinaban a cientos de kilómetros o Dios sabe dónde. En casa, agradecemos los buenos platos porque nuestros familiares cocinan con cariño y emplean productos de calidad, por lo general, de cercanía. Este es el espíritu que la Consejería de Educación quiere recuperar. En este sentido, ha anunciado un programa de seguimiento en el que el alumnado opine y tenga voz para garantizar una alimentación completa y equilibrada. Los menús han de seguir las normas higiénicas y criterios nutricionales pero, ante todo, deben saber bien.

 

CABRA DE LUNA ABOGADOS

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