Al hartazgo del ciudadano malagueño de las obras que tienen lugar en el centro de Málaga desde hace más de 10 años por el Metro, y que han estado paralizadas por distintos motivos, se une también la sorpresa e insatisfacción de los visitantes foráneos que no acaban de creerse que llevemos tanto tiempo con el centro “patas arriba” y sin visos de mejora. Claro, desconocen cómo son las cosas en Málaga. El Ayuntamiento y la Junta de Andalucía se merecen una sonora pitada de todos los ciudadanos sin importarles el color político, sino los hechos.