Pauline Hermange. Hay personas que merecen respeto y otras que no. Un asesino, ninguno, y otras personas, en otro campo, tampoco. Es el campo del odio a los hombres “sin excepción”, como ella dice, que se siente halagada por el gran revuelo suscitado por su libro. Vende, luego cuenta corriente. ¿Y a ella no se le aplica la legislación del odio? Que no te enteras, que la ley es contra el que disiente del poder…