En el ambiente actual de saturación de camas, listas de esperas, colapso de las urgencias y abrumadoras manifestaciones de apoyo por parte de instituciones de gran prestigio, sería absurdo, además de suicida, responder negativamente. Lo que es evidente es que los servicios sanitarios no están al nivel que demanda nuestra sociedad, y ante esto, parece que tener un “hospital nuevo” (que no un “nuevo hospital”), podría solucionar o al menos paliar los problemas. La cuestión es si hemos reflexionado suficientemente sobre ello, o simplemente hemos eludido el debate para huir hacia delante diciendo, como en mayo del 68 “se práctico y pide lo imposible”, en un intento desesperado de, al menos, mantener la esperanza en una vuelta al pasado.
“Como ya no estudiamos historia, no sabemos que el odio y la venganza mueven montañas”
Vicente Almenara.- Antonio Nadal (El Fargue, Granada, 1949) no pasa indiferente ante su interlocutor, y si él apreciara que sí ya se encargará de desmentir esa primera impresión. Fue el primer historiador que se ocupó de investigar los muertos de la guerra civil en Málaga, y ésta no es tarea gozosa y reconocida, salvo, eso sí, que solo estudiemos uno de los bandos.
Ha ejercido la docencia en Filosofía y Letras y en Ciencias de la Comunicación, donde fue decano, conoce los Balcanes, principalmente Rumanía, lugar de su autoexilio personal y político, y habitó las entrañas de algunos partidos, como PSOE, del que no habla precisamente bien, pero de los demás tampoco, políticamente incorrecto, vamos. Toma la palabra.