Mientras en España hay centenares de muertos diarios por el coronavirus, hay quienes todavía dedican sus esfuerzos a impedir que pueda haber nuevos nacimientos.
La última ocurrencia de la industria abortista es pedir que se pueda abortar desde casa, según denuncia derechoavivir.org, mediante pastillas enviadas por servicios de mensajería express, un toque tecnológico a una industria de la muerte.
Los mismos que legalizaron el aborto alegando que morían mujeres durante los abortos clandestinos, quieren ahora que las madres aborten en su cuarto de baño, o en cualquier otro lugar de su casa, sin asistencia médica, mediante la ingesta o aplicación de químicos y ácidos abortivos.
El Gobierno, junto a los lobbies abortistas, están aprovechando el coronavirus para imponer sus ideas abortistas, las consideran un “servicio esencial” y permiten saltarse ciertos trámites presenciales previos a los que las mujeres que van a abortar están obligadas por ley.
Esta medida se ha aprobado en tiempo récord durante el confinamiento en Escocia, Gales, Inglaterra, Colombia… y ahora España.