Alejandro González, socio director Grupo Pro-Humanitas: “Los cuidadores son los héroes del siglo XXI tal como está la demografía” - El Sol Digital
Alejandro González, socio director Grupo Pro-Humanitas: “Los cuidadores son los héroes del siglo XXI tal como está la demografía”Alejandro González, socio director Grupo Pro-Humanitas

Alejandro González, socio director Grupo Pro-Humanitas: “Los cuidadores son los héroes del siglo XXI tal como está la demografía”

Juan A. Gómez –  Alejandro González no le tiene aversión al riesgo. Es más, eligió un sector -el de los cuidados a mayores- donde había mucha vocación pero escaso emprendimiento. Cuando decidió involucrarse en su primer proyecto para la Tercera Edad, la mayoría de centros eran chalets reconvertidos. A mediados de los noventa, su residencia constituyó un punto de inflexión en la oferta que había en la provincia. De hecho, su idea resultó muy innovadora al proponer un recinto específico para esta actividad y adaptado a las necesidades tanto de ancianos como de cuidadores. Acababa de terminar la carrera de Derecho y fue algo no buscado. Como el mismo reconoce, trabajar con personas mayores es sacrificado pero “marca tu personalidad y cómo ves la vida”. “Ayudarles en esa etapa tan vulnerable, te da muchas alegrías y te reconforta”. González es miembro, además, de la junta directiva del Círculo Empresarial de Cuidados a Personas en Andalucía (CECUA). A su cargo están la Residencia Pinares de San Antón y Centro Residencial Elite, dos instalaciones que también cuentan con centros de Día.

Desde que llegó al sector de las residencias y el cuidado a personas mayores a mediados de los noventa, ¿en qué ha cambiado todo?

Hemos asistido a una profunda transformación. Hace 25 años, eran lugares donde los mayores iban a pasar sus últimos días. Ahora, se han convertido en centros polivalentes dotados de un equipo de profesionales cuya preocupación es que tengan la mejor calidad de vida.

La actividad también se ha profesionalizado, sobre todo, en formación. Hace dos décadas no se exigía ninguna titulación específica. En cambio, ahora sí. De hecho, en 2014 se implementaba el certificado de Profesionalidad en Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales. Es obligatorio ya para trabajar en residencias de mayores, y les faculta para toda Europa.

¿Qué nivel ofrece Andalucía y Málaga en cuanto a la prestación de servicios para la atención a la Tercera Edad?

Creo que hay buen nivel. Pese a la incertidumbre política y las querellas entre las administraciones públicas, es un sector que está expandiéndose. Se ha producido una importante mejora en los edificios que han pasado de chalets adaptados a edificios ex profeso. No en vano, la ley lo exige dentro de una normativa, por cierto, muy rigurosa.

Se ven, cada cierto tiempo, noticias muy tristes de cuidadores que maltratan a los ancianos e incluso residencias que no les procuran los cuidados publicitados. ¿A qué lo atribuye?, ¿es algo que no pasa de la pura anécdota mediática o realmente tiene base?

Hay casos inquietantes en Andalucía, si bien, debo advertirle que suponen un 0,00… Creo que es una tasa ínfima si analizamos el conjunto de instalaciones. Eso no quita que el caballo de batalla principal, y donde más insisto, sea que las residencias sean absolutamente transparentes. Cuando sucede, incluso los errores humanos se ven desde otra perspectiva. En el caso de nuestra red de residencias y centros de día, no tenemos horario de visita. Los familiares pueden acudir cuando les apetezca. Inclusive pueden quedarse a comer con sus parientes.

De todos modos, el error ‘0’ no existe en el trato con los usuarios, ¿no es cierto?

El sector sociosanitario necesita mucho personal por lo que siempre es susceptible que ocurran situaciones poco recomendables. Y la noticia es que el niño muerde al perro. Sin embargo, no se habla de los miles de personas que están bien atendidas.  Hoy día, la información lo es todo. Y cuando familiares y público pueden comprobar cómo se trabaja, el error humano es mucho más benigno.

¿Cuál es vuestro manual de buenas prácticas para que la gestión y los cuidados alcancen la excelencia?, porque al final, ¿no dejáis de ser una empresa?

Hay dos parámetros fundamentales. En primer lugar y lo más importante cuando se trabaja aquí, es procurar el bienestar del mayor. El segundo, pasa por respetar al trabajador y a los cuidadores. Y en ese silogismo, la empresa que gestiona obtendrá sus beneficios ‘industriales’. Como suelo decir: primero la persona y luego las cosas.

Me decía que la figura de los cuidadores es determinante, ¿por qué?

Absolutamente. Las personas que están en contacto con estos usuarios deben estar motivadas y han de ser respetadas. Los cuidadores son los héroes del siglo XXI, tal como está la demografía. Dicho esto, quiero insistir en que los centros de mayores cumplen un objetivo social y no tienen por qué sustituir un entorno familiar. Ocupan su lugar cuando la persona mayor ya no puede ser atendida debidamente en casa.

Y en cuanto a tipología, ¿qué tipo de residencias podemos encontrarnos?

La diferencia estriba en las plazas y, no tanto, en las residencias. Así, pueden encontrarse plazas privadas puras, concertadas y públicas. Lo que ocurre es que un centro puede ofertar plazas concertadas y privadas al mismo tiempo. Algo muy importante es que las instalaciones estén autorizadas para atender a personas que tienen concedida la Ley de Dependencia de la Junta de Andalucía.

¿El número de plazas es el razonable?, ¿cómo cree que va a evolucionar la oferta a medio plazo?

El número de centros seguirá creciendo poco a poco de manera sostenible. La idea es crear una asistencia lo más integral posible a caballo entre un hospital. Otro reto es que las plazas, que sean públicas, estén bien financiadas.

Debo añadir que es un sector que presenta poca morosidad. En cuanto a la lista de espera es ya una cuestión de la administración.

¿Cuál es el modelo que impera en Andalucía y, por ende, en Málaga?

Predominan los centros de titularidad privada que ofertan plazas concertadas. En realidad, el 90 por ciento es un modelo mixto (plazas público-privadas)

¿En qué consisten las plazas concertadas?

Van vinculadas a la cuantía de la pensión del solicitante. Si la plaza es puramente privada, la persona la financia con sus ahorros, y si es concertada con parte de su pensión.

Alejandro González
González es miembro del Círculo Empresarial de Cuidados a Personas en Andalucía (CECUA)

Vamos a aprovecharnos (positivamente) de su experiencia. Díganos, ¿qué aspectos debe tener en cuenta una familia que, un buen día, se ve obligada a buscar una residencia?

No tengo ningún problema en eso (sonríe). Pues verá. El centro en cuestión debe estar acreditado por la Junta de Andalucía y cumplir la normativa de su sector. Eso para empezar. Luego está el boca a boca. No hay nada mejor que la sugerencia de un amigo o conocido. Alguien que ya tiene a su padre o madre allí y que le puede contar de primera mano.

La instalación debe poseer zonas ajardinadas para el esparcimiento de los usuarios. Parece una tontería, pero no lo es. Hay que visitarlo. No se puede ver por internet antes de tomar la decisión. Por último, cuando el familiar haga su primera visita, debe cerciorarse de que hay personal suficiente.

Dicho esto, las residencias andaluzas están realmente supervisadas. Le pongo las nuestras como ejemplo. Todos los años pasamos, como mínimo, una inspección.

¿Qué retos de futuro tiene el segmento de las residencias para la Tercera Edad?

Para empezar que la administración andaluza mejore los ratios de financiación de las plazas concertadas para equiparlas a las del resto de España. Me gustaría añadir que las ‘Unidades de Día’ están poco promocionadas por la Junta y representan un recurso muy interesante de carácter asistencial. 

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