Anne Hernández, presidenta de ‘Brexpats in Spain’: “Los residentes británicos nos sentimos abandonados y olvidados” - El Sol Digital
Anne Hernández, presidenta de ‘Brexpats in Spain’: “Los residentes británicos nos sentimos abandonados y olvidados”Anne Hernández, presidenta de la asociación Brextpats in Spain

Anne Hernández, presidenta de ‘Brexpats in Spain’: “Los residentes británicos nos sentimos abandonados y olvidados”

Juan A. Gómez. Anne Hernández es una británica que lleva más de tres décadas en España. Su apellido, salta al a vista, no es inglés ya que estuvo casada con un tinerfeño. Ha pasado media vida en nuestro país y ha residido en diversas ciudades como Gijón, Tenerife hasta fijar su residencia definitiva en Mijas. Ha sido docente en su tierra natal y profesora de Turismo y Hostelería en Les Roches (Marbella) hasta hace poco. También ha tenido una inmobiliaria en la Costa del Sol. Su desenvoltura con el idioma, su red de contactos y el conocimiento de la Administración, la han convertido en una persona indispensable para la comunidad británica de Mijas. Siempre con la mano tendida para cualquiera que se estrelle contra la burocracia española. Tras el Brexit, los residentes comenzaron a contactar con ella para pedirle información y ayuda. Esta ola de preocupación cristalizó definitivamente con la creación de la asociación Brextpats in Spain, de la cual es presidenta.

Realmente, ¿cómo están viviendo los residentes británicos en la Costa del Sol la amenaza del Brexit?

En España, hay 300.000 residentes de los que 65.000 viven en la provincia de Málaga. La mayoría de ellos no pudieron votar el referéndum. Desde el principio, mostraron su enfado. Con el tiempo, el temor se ha transformado en honda preocupación. No saben qué va a pasar con ellos. De todos, un tercio son jubilados. Lo peor es que carecen de representación.

¿Cómo nace esta asociación denominada Brexpats in Spain?

Tenía un grupo de Facebook con amigos, la mayor parte residentes en Mijas. También presido una comunidad con medio millar de propietarios. Me desenvuelvo bien frente a las instituciones y con el idioma. Por eso, suelen pedirme ayuda incluso cuando quieren tramitar alguna solicitud que no entienden. Nada más conocerse el resultado del Brexit, comenzaron a llamarme amigos y conocidos. Estaban bastante angustiados. La pregunta que más se repetía era: ¿nos van a echar de España? Cada vez había más dudas y consultas. Ante ello, me puse en contacto con el, por entonces alcalde de Mijas, Juan Carlos Maldonado, y decidí fundar Brexpats para el municipio de Mijas, donde resido. Ante la creciente avalancha de solicitudes procedentes de otras provincias como Murcia, Alicante, Mallorca, cambiamos la denominación por Brexpats in Spain.

¿Cuántos miembros tenéis y qué objetivos os habéis marcado?

En la actualidad, rondamos los 8.500 miembros. Somos una asociación sin ánimo de lucro y signo político. Tenemos vínculos con el consulado y la Embajada Británica en España. Les enviamos preguntas y solicitudes que van directamente al Parlamento Británico.

¿Todos los socios están a favor de la permanencia en la UE?

Por lo general, los miembros de la asociación están en contra del Brexit aunque también los hay a favor. Ya le digo, no tenemos línea ideológica pues, lo queramos o no, la salida nos afectará a todos. Una vez asumimos que habían decidido por nosotros, nuestra misión ha sido obtener información y tranquilizar a los residentes. Para ello, contamos con profesionales de las leyes que nos están ayudando.

Parece que el Brexit ha calado mayoritariamente en la gente de más edad y menos en los jóvenes. ¿A qué lo atribuye?, ¿piensa que se ha producido una brecha generacional?

No creo tanto en la brecha generacional. Muchos de los que han apoyado la salida tienen unas ideas bastante contrarias a la inmigración. Durante varias décadas, todo el mundo ha podido viajar al Reino Unido, trabajar y disfrutar de su sanidad. Entiendo que el Ejecutivo británico podría haber sido un poco más estricto, aunque eso ya poco importa. Realmente, el miedo que tiene el votante más conservador es hacia los inmigrantes extracomunitarios. Vamos a decir la verdad, hacia los ‘negritos’, siendo políticamente incorrectos. Este ha sido su verdadero temor. Son gente racista que reclaman la vuelta al imperio británico, a tiempos pasados. Deben entender que la sociedad se desarrolla, progresa, y hay que mirar hacia adelante. Y la salida de la UE no va a resolver nada porque esos flujos migratorios de África y la zona subsahariana, que tanto les mortifica, continuarán. Ese miedo irracional hacia la inmigración más pobre ha terminado incluyendo también a los países europeos.

¿Pero no solo han votado unos pocos sino una importante mayoría?

Los tabloides británicos están muy politizados. Se han ido vertiendo continuamente falsas informaciones y se ha hecho una campaña antieuropea fomentando, de paso, el odio y el racismo. Soy británica, qué duda cabe, y siempre he tenido un alto concepto de mis compatriotas. Admiro su inteligencia y su espíritu crítico. Son un pueblo que no acepta una sola verdad. Les gusta indagar y analizar otros puntos de vista. Sin embargo, han admitido sin rechistar la salida de la UE. Si hablas con ellos, no saben explicarte los beneficios del Brexit. Insisten en la soberanía del país, en el imperio… Repiten una y otra vez lo que han leído en la prensa.

Han pasado más de tres años desde el referéndum. ¿Tienen más información de lo que va a suceder a los británicos que residen en Andalucía y la Costa del Sol?

Seguimos igual. No sabemos lo que va a pasar. La gran inquietud que tenemos en Brexpats in Spain es cuándo nos contestarán las autoridades británicas. Nos sentimos abandonados y olvidados. Nadie responde. Después de tres años, estamos igual y eso resulta horrible.

¿Cuáles son los principales problemas que sufrirán los residentes si hay Brexit duro?

En virtud del convenio que existe entre Reino Unido y España, el Ejecutivo británico abona algo más de 3.000 euros por persona y año en concepto de cobertura sanitaria. Pero hablo de memoria, no le puedo decir la cifra exacta. Y ello, acuda o no acuda al médico. Según una información más oficial, la cantidad total asciende a unos 857 millones de euros al año con datos de 2015.

Si Reino Unido decide dejar de pagar, no sabemos qué hacer. Los británicos jubilados no pueden optar a un seguro médico privado debido a su edad o porque padecen una enfermedad. Existe un convenio especial al que pueden optar, tras doce meses de residencia, aunque cubre únicamente la atención sanitaria. Claro está, los medicamentos quedan fuera. Imagínese quienes están recibiendo un tratamiento para el cáncer o para el corazón. Se preguntan angustiados: ¿cómo sobreviviré sin mi tratamiento?

¿En que cambia la situación de los pensionistas británicos?

Si ha cotizado toda su vida allí, todo bien. Hasta ahora, y gracias a la Unión Europea, las pensiones mixtas (han cotizado en Reino Unido y también en España) se unificaban. Con el Brexit, solo percibirían la británica, que sería una parte proporcional o la mitad. Y le digo, las pensiones en Reino Unido son más bajas que en España, aunque le sorprenda, en comparación con los sueldos. Aquí el trabajador hace un mayor esfuerzo cotizando.

Anne Hernández

¿Y se limita la libertad de movimiento?

Gibraltar presenta los mayores problemas. Desconocemos cómo van a resolverlo. Es un enclave muy complicado donde los trabajadores deben transitar diariamente entre dos países.

Tampoco sabemos qué pasará con los denominados swalows (golondrinas). Les llamamos así a las personas que tienen una segunda vivienda y pasan cuatro meses en la Costa del Sol. Si Reino Unido se va, solo podrán quedarse 90 días. Se verán obligados a volver a su país y permanecer otros 90 días antes de poder regresar.  Me apena. España verá reducida las inversiones residenciales.

¿A nivel vacacional qué países pueden competir con España?

En principio Turquía o Florida. Aunque este año muchos han pasado sus vacaciones en Gran Bretaña vista la incertidumbre. Lo que más me molesta es que España va a sufrir mucho por la decisión unilateral y estúpida de un miembro de la UE.  Un amigo empresario exporta el 90 por ciento de sus naranjas a Reino Unido. De sobrevenir el cierre de fronteras, sus naranjas pueden encarecerse hasta los cinco euros. ¿Qué británico podría comprarlas? Las Islas Británicas van a padecer también una escasez de alimentos.

¿Y siguen sin información?

Boris Johnson es un primer ministro que no sabe a dónde va. Es un bobo y un mentiroso.  Brexpats in Spain también mantiene comunicación con los ministros europeos. Me suelen recordar que si el Reino Unido hubiera presentado una oferta posterior, podrían haber hecho algo. Lo más descorazonador es que no saben exactamente lo que quieren. Fíjese, lo de Irlanda del Norte; ni lo habían contemplado.

¿Reciben el apoyo de las instituciones españolas?

Sí. Tenemos su comprensión y nos ayudan en lo que pueden, especialmente en la Costa del Sol, pero están con las manos atadas.

 

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