Les ofrecemos la segunda parte –la primera se publicó la pasada semana- de la ponencia de José Manuel Guerra, del Departamento de Psicología Social de la Universidad de Sevilla, acerca de los aspectos sociales del teletrabajo, intervención que formó parte de la jornada técnica ofrecida por el Grupo ANP en su canal de Youtube sobre Teletrabajo y Prevención de Riesgos Laborales.
Para mí, el problema está asociado a la supervisión, de repente nuestros mandos inmediatos, nuestros supervisores, se han visto con un nuevo rol, se han encontrado con la situación que tienen que supervisar, coordinar equipos, donde algunas de las herramientas tradicionales como puede ser ir a un puesto de trabajo, convocar una reunión, de repente han desaparecido y necesito una teleconferencia, necesito una sala virtual, y eso ha supuesto no sólo tener que utilizar nuevas herramientas, sino también dotarse de forma urgente de habilidades para un uso adecuado de dichas herramientas. Además, derivado de todo esto, pues en muchos casos la ausencia del control sobre las demandas y de los medios para las respuestas. En muchos casos, algunas empresas han ido construyendo sobre la marcha cómo ir reformulando, cómo ir retrabajando con sus procesos.
En cuanto a las relaciones sociales, que ya Jesús adelantaba algo, nos encontramos en el teletrabajo con varios problemas, por una parte, la posible sensación de aislamiento físico y aislamiento psíquico, lo cual puede llevar a la situación de soledad, en algunos casos, y se ha vivido en la pandemia, de sobreexposición, alguna situación en la que intentar mantener la situación de clima, pues hemos estado muchas personas expuestas y juntas a la vez. También la aparición de nuevos roles de la interacción, y también problemas vinculados, roles que se están definiendo, roles que aparecen. En cuanto a la conciliación, aunque el teletrabajo suele ser una medida bastante aplicable, al ser una situación que no ha sido deseada, pues nos encontramos que aparecen los problemas clásicos de la conciliación y el teletrabajo. La superposición de tareas, la dificultad para limitar los espacios propios, Jesús apuntaba un dato del 7 por ciento en los hogares con espacios propios, eso aumenta una dificultad, la delimitación del tiempo de trabajo, y la manera en que a veces el teletrabajo saltamos esos hábitos alimentarios, esos hábitos de descanso, pues comiendo sobre la propia mesa de trabajo, alargando la jornada y despertándonos más tarde al día siguiente, rompiendo la rutina y los hábitos saludables. Además, todo ello unido a la falta del cuidado personal, porque da igual, estamos en casa, no nos ve nadie, y eso pues puede provocar bastantes problemas. Unido a todo ello, aparece un problema que es que todo esto se desarrolla utilizando las tecnologías de la información y la comunicación, y ello va a dar lugar a que además de la situación de estrés, la situación básicamente evaluada, medida, en el ámbito psicosocial, aparecen al menos dos nuevos elementos: por una parte, el tecnoestrés, y, por otra parte, la telepresión. El tecnoestrés es el estado psicológico negativo que se relaciona con el uso de las TICs, o con la amenaza de uso en el futuro, es un estado que viene condicionado por la percepción de un desajuste entre demanda y recursos, como hemos visto, en el que el uso de las TICs nos lleva a una situación de activación psicofisiológica no placentera y al desarrollo de actitudes negativas. Vinculada al estrés nos encontramos con la tecnoansiedad, la situación de activación fisiológica, que produce malestar, tensión, incluso la tecnofobia, la tecnofatiga (que tiene que ver con el agotamiento, el cansancio, la fatiga informativa) y también la tecnoadicción, la dependencia al dispositivo, el teléfono siempre conectado, el correo siempre abierto, y las notificaciones volando por la pantalla de los terminales.
El instrumento para ver el tecnoestrés se encuentra explicado, desarrollado, y la otra técnica de prevención 730 y es un instrumento de muy fácil aplicación, y que sólo requiere 16 gigas, con lo cual la aplicación es muy rápida. Un elemento reciente, de 2015, apenas 5 años, es el elemento de telepresión. La telepresión es la preocupación o el impulso para responder rápidamente a los mensajes de las TICs relacionados con el trabajo durante las horas personales o de trabajo. Es un instrumento de muy fácil aplicación, y la telepresión se relaciona con el empeoramiento de la salud y con el aumento del tecnoestrés. Nosotros, en este momento, estamos desarrollando el instrumento, en español, y esperamos que muy pronto pueda estar disponible para su uso. La gran pregunta, una vez visto todo esto, cosas que ya todos conocemos, que estamos hartos de escuchar, es ¿cómo gestionamos estos riesgos psicosociales?, ¿qué hacemos en esta situación donde a los problemas habituales del teletrabajo también se le une la situación de pandemia?
Bueno, en primer lugar, yo recomendaría la aplicación de lo que serían los marcos generales de rasgos psicosociales, tenemos que evaluar los riesgos, intentar reducirlos, es decir, utilizar como punto de partida la estrategia, sabiendo que las circunstancias han podido dejar hacer algunos problemas que hasta ahora no habíamos contemplado. Yo voy a intentar abordar alguno de ellos, por supuesto hay muchos más aspectos en los que hay que trabajar, pero algunos pueden ser bastantes generales a los diferentes sectores empresariales, a los diferentes tipos de trabajador.
Por una parte, en cuanto al aumento de los niveles de estrés que han sido derivados de toda esta situación, la propuesta sería la realización de programas para la reducción del estrés mediante estrategias psicofisiológicas y cognitivas, talleres cortos, talleres que pueden ser tanto online o pueden ser presenciales, el reforzamiento de los sistemas de feedback, por una parte, intentando evitar la sobreinformación, pero por otra parte, siendo consciente de la necesidad de informar de cómo están siendo los desempeños en una situación en la que algunos trabajadores se encuentran realizando tareas nuevas por primera vez. Y, por otra parte, sería también la revisión de los sistemas de acogida, es posible que contemplen informaciones que actualmente no estamos utilizando o protocolos y procedimientos que no estamos utilizando, y también necesiten de incorporar todo aquello que ahora estamos incorporando. Por lo tanto, es muy importante para aquellas personas que se reincorporan después de un ERTE o personas que se incorporan a la organización, que tengamos muy actualizados nuestros sistemas de acogida, manuales, o los medios, o las herramientas que habitualmente utilicemos en esta situación.
Ante los nuevos roles que aparecen es importante trabajar con los mandos inmediatos, para que mejoren o aumenten sus capacidades de supervisión en los contextos online. En algunos casos son habilidades que hasta ahora no han tenido que desarrollar, que son habilidades y elementos que hasta ahora no han hecho falta, pero que en este momento son muy necesarios. Por lo tanto, es importante que esta pieza clave en el desarrollo de la organización cuente con el apoyo formativo, con el apoyo en cuanto a la capacitación en dichas habilidades.
Otro elemento sería lo que llamamos el netcódigo, para los clientes internos consiste en fijar cómo nos comunicamos a través de los medios internos, a través de nuestros canales, cuáles van a ser las horas en las que podemos mandar un correo, cuáles van a ser las horas en las que podemos realizar llamadas, qué tipo de mensajes tenemos que reenviar y cuáles no, qué tipo de información vamos a compartir en archivos comunes, dejar claro las reglas de juego, porque todo eso va a reducir la incertidumbre y va a facilitar reducir también los niveles de estrés. También puede ser importante en estos nuevos roles pues la creación de espacios de encuentros que no sean invasivos, que se basen en la voluntariedad de los participantes y también en la no sobreexposición a los mismos. Ante las cargas de trabajo, las evaluaciones de diseño de las cargas de trabajo, sobre todo, para intentar evitar los problemas de equidad, que hace referencia a en qué medida yo percibo que lo que estoy haciendo y estoy recibiendo es desigual con respecto a lo que están haciendo otros. En algunos casos, por la falta de información, o en algunos casos porque otras personas o compañeros pues no pueden realmente hacer tanta carga de trabajo o las dificultades técnicas de adaptación, por eso es un aspecto que es importante estudiarlo e intentar ser consciente de la aparición de ese problema psicosocial.
Otro elemento sería los problemas de información. Por una parte, para evitar la saturación de información, no hay nada peor que muchísima información porque llega un momento en el que entonces no olemos nada, no entendemos nada, y que los cambios constantes puedan ser fácilmente asimilables.
En cuanto a la pérdida de significado del trabajo, yo creo que es muy importante la creación de espacios, de puntos de encuentro, de talleres, en los cuales podamos hablar, podamos reconocernos, podamos aprender, a partir de la experiencia de todo lo que hemos abordado.