La última semana del mes de octubre se ha saldado con un fuerte movimiento de aversión al riesgo y elevada volatilidad ante el recrudecimiento de la evolución de la pandemia, por su impacto en la actividad económica del 4T20 y la incertidumbre sobre la recuperación en 2021. Los índices de renta variable europeos han cedido un -8% de media en la semana, mientras que los americanos se han dejado un -4%.
En el plano sanitario, los nuevos contagios diagnosticados siguen aumentando, con la consecuente mayor presión en los sistemas sanitarios. La imposición de nuevas restricciones a la movilidad (confinamientos de un mes en Francia y Alemania, Estado de Alarma y toque de queda nocturno en España, cierre de cines, teatros y gimnasios en Italia, etc.), aunque menos duras que en la primera ola, tendrán un inevitable impacto en la actividad económica especialmente a través del sector servicios. En este sentido, y aunque los datos adelantados de PIB 3T20 conocidos esta semana han sorprendido positivamente, el foco está en el crecimiento económico del 4T20, pudiendo estancarse en el mejor de los casos o volver a terreno negativo enfrentándonos a una “W”. Del mismo modo, se enfrían las expectativas de recuperación para 2021, que con toda probabilidad será menos vigorosa de lo esperado hasta el momento.
En nuestro país el Gobierno ha presentado el proyecto de PGE 2021 con una serie de medidas de ingresos en su mayor parte ya adelantadas y con limitado impacto recaudatorio frente al fuerte incremento previsto de gasto público: 1) IRPF +2pp en rentas del trabajo >300.000 euros y +3pp en rentas del ahorro para >200.000 euros (valor más simbólico que económico puesto que sólo 0,2% del total de contribuyentes declaran >100.000 eur); 2) Impuesto Patrimonio +1pp hasta 3,5% para >10 mln eur, cada CCAA lo tendrá que implantar en su normativa interna. 3) IVA bebidas azucaradas +11pp hasta 21%, no afecta a hostelería. 4) Impuesto sobre primas de seguros +2pp hasta 8%; 5) Impuesto de Sociedades: limitación de exenciones por dividendos y plusvalías generadas por su participación en sociedades filiales del 100% al 95% para sociedades con volumen superior a 40 mln eur, aunque no se aplicará el mínimo del 15% de tipo efectivo para las grandes empresas que estaba en el acuerdo de Gobierno. Tributación mínima del 15% para SOCIMIS por sus beneficios no distribuidos. 6) También se incluyen un pacto para regular el control de los precios del alquiler, con el consiguiente impacto negativo sobre la seguridad jurídica. 7) Se reducen las aportaciones a planes de pensiones (individuales de 8.000 a 2.000 eur), el límite conjunto (partícipe+empresa) se eleva de 8.000 a 10.000 euros. Los PGE 2021 están pendiente de los apoyos necesarios para su aprobación, la primera votación será a partir del 11/12-nov.
El martes 3-nov se celebran las elecciones norteamericanas. Las últimas encuestas otorgan una ventaja de 8pp a Biden sobre Trump. Si bien podríamos tener una primera lectura en la mañana del miércoles, no descartamos que el recuento pueda alargarse varios días e incluso podría ser el Tribunal Supremo quien tuviera que decidir ganador, en un proceso que se alargaría en el tiempo y, sin duda, traería gran volatilidad e incertidumbre adicional a los mercados.
Mantenemos una visión positiva de las bolsas a medio plazo, pero consideramos que en el corto plazo podríamos tener mejores puntos de entrada vinculados especialmente a la inestabilidad que puedan generar las elecciones de EEUU. En cuanto al impacto en mercado de quién gane finalmente las elecciones, estimamos que tanto la política monetaria como la fiscal se mantendrán excepcionalmente expansivas. Una victoria demócrata traería consigo un previsible aumento de impuestos a empresas (recorte de impuestos de 2017 podría revertirse, intención de aumentar IS del 21% al 28%) pero también un mayor estímulo fiscal. También veríamos impactos negativos en: dólar (más estímulo fiscal exigirá financiación), energía (temas medioambientes), financieras (más regulación buscando defender al consumidor), tecnológicas (investigaciones sobre grandes tecnológicas). Por el contrario, se podrían ver positivamente afectados: menor riesgo geopolítico (más conciliador con China), renovables (defensa medioambiente) e infraestructuras.