En el proyecto de investigación RRSS Salud han participado un grupo multidisciplinar de expertos de la Universidad de Navarra, dirigido por Ramón Salaverria, catedrático de Periodismo, apoyado por el programa de ayudas a equipos de investigación científica de la fundación BBVA y cuyo trabajo ha sido publicado en Plos One. La investigación se centró en los tres primeros meses tras la declaración del estado de alarma el 14 de marzo de 2020 en España. Pero, claro, se considera que es un bulo que el virus fue fabricado en China, aunque probablemente haya sido así.
Los bulos con contenido científico y sanitario supusieron más de un tercio, un 35,08% de toda la información falsa difundida en ese periodo, otro dato que sorprendió a varios participantes del estudio es que Whatsapp fue la plataforma más utilizada para la difusión de estos bulos, el 24,77%, seguida por Twitter con el 11,93% y Facebook con el 8,26%. La investigación también puso de manifiesto que las fuentes de estas desinformaciones eran reales, es decir, estaban identificadas en el 41,7% de los bulos estudiados, frente al 30% de los que tenían un origen anónimo. En el 24% se había falsificado la fuente y en el 4,2% era ficticia. Dentro de las tres fuentes no anónimas, el 51,90% fueron científicas y profesionales de la salud, esta categoría estuvo dominada por profesionales de la salud (44,12%), investigadores con el 29,41% y organizaciones científicas internacionales con el 17,65%.