Comercio de esclavos en el Mediterráneo en el siglo XVI. Carlos Ramírez Sánchez-Maroto. Doctor en Derecho y Sociedad y abogado - El Sol Digital
Comercio de esclavos en el Mediterráneo en el siglo XVI. Carlos Ramírez Sánchez-Maroto. Doctor en Derecho y Sociedad y abogado

Comercio de esclavos en el Mediterráneo en el siglo XVI. Carlos Ramírez Sánchez-Maroto. Doctor en Derecho y Sociedad y abogado

Encontrándose la soberana Isabel La Católica en Sevilla había acudido a ver el desembarco de dos naves recién llegadas de América. Los barcos llegaron abarrotados de indios. Isabel quedó impactada al ver la escena y se preguntó: «¿Qué poder tiene mío el Almirante para dar a nadie a mis vasallos?». Por este motivo, el 20 de junio de 1500 Isabel decretó en la ciudad de Sevilla una Real Provisión. En ella, prohibía la esclavitud y que se devolvieran las tierras que antes les hubieran pertenecido. Esta ley considera a los indígenas súbditos de la Corona.

Se fijaron tres supuestos en los que la esclavitud estaba permitida. El primero de ellos era que fuesen antropófagos. Otro supuesto, era que fueran prisioneros de guerra. Y el tercer supuesto es que ya fuesen esclavos de otra tribu.

Las leyes de Burgos u Ordenanzas para el tratamiento de los indios fueron las primeras leyes que la Monarquía Hispánica dictó para su aplicación en las Indias, el Nuevo Mundo o América, en las que abolió la esclavitud indígena y organizó su conquista.

Se pueden considerar como precursoras de la declaración de los Derechos Humanos y del Derecho internacional. Estas leyes establecieron una serie de principios que fueron el basamento del derecho indiano:

-Los indios son hombres libres y legítimos dueños de sus casas y sus haciendas.

-Los Reyes Católicos son señores de los indios por su compromiso evangelizador.

-Se podía obligar a los indios a trabajar con tal de que el trabajo fuese tolerable y el salario justo, aunque se permitía el pago en especie, en lugar de en dinero.

La Ordenanza XVIII prohíbe el trabajo, a partir del cuarto mes de gravidez, en minas y labranzas y, en atención a la crianza subsiguiente, se amplía el plazo hasta que el nacido haya cumplido tres años. La mujer embarazada y posteriormente lactante sólo se ocuparía en tareas caseras. Se prohíbe terminantemente a los encomenderos la aplicación de todo castigo a los indios.

-Exime igualmente del trabajo a los menores de catorce años, de ambos sexos, ocupándose tan sólo en tareas apropiadas a su edad.

-Las indias casadas sólo podían trabajar en la mina por propia voluntad u orden de sus maridos.

Las ordenanzas impulsaron la evangelización de los indios y ordenaron su catequesis, condenaron la bigamia y les obligó a que construyeran sus bohíos o cabañas junto a las casas de los españoles.

Mientras, entre los siglos XVI y XIX cientos de miles de hombres, mujeres y niños europeos fueron secuestrados, trasladados en barcos a tierras desconocidas y vendidos como esclavos.

En incursiones esclavistas musulmanas, conocidas como razzias, los piratas berberiscos capturaban cristianos en ciudades y pueblos costeros europeos, principalmente en Italia, Francia, España y Portugal, pero también en las Islas Británicas, los Países Bajos, y tan lejos como Islandia.

La esclavitud en el Imperio otomano fue una parte legal y significativa de la economía y la sociedad. Las principales fuentes de esclavos eran los prisioneros de guerra y las expediciones organizadas para la captura de esclavos en África del Norte y Oriental, Europa del Este, los Balcanes y Circasia en el Cáucaso. En 1609 en Constantinopla, aproximadamente una quinta parte de la población estaba constituida por esclavos. Las estadísticas de aduanas de los siglos XVI y XVII sugieren que la importación adicional de esclavos europeos hacia Estambul desde el mar Negro puede haber ascendido a 2,5 millones entre 1450 y 1700.

El devşirme, que significa «borrador», «impuesto sobre la sangre» o «recolección de niños», los jóvenes cristianos de los Balcanes y Anatolia eran sacados de sus hogares y familias, convertidos al islam y alistados como Kapıkulu para formar parte de los jenízaros. En 1609, las fuerzas de Kapıkulu del sultán aumentaron hasta formar unos 100. 000 soldados.

La esclavitud rural ocurría principalmente en la región del Cáucaso, pero se extendía desde Anatolia a Rumelia, siendo importante después de la inmigración de circasianos de 1864.

El Kanato de Crimea mantuvo un comercio masivo de esclavos con el Imperio otomano y Oriente Medio hasta principios del siglo XVIII. En un proceso llamado «cosecha de la estepa», los tártaros de Crimea esclavizaron a los campesinos eslavos.

La Mancomunidad polaco-lituana y Rusia sufrió una serie de invasiones tártaras, cuyo objetivo era saquear y capturar esclavos para convertirlos en «jasyr«. La zona fronteriza al sureste se encontraba en un estado de guerra semipermanente hasta el siglo XVIII.

Se estima que hasta el 75 % de la población de Crimea consistió en esclavos o esclavos liberados. Por un largo período, específicamente hasta el siglo XVIII, el canato mantuvo un comercio masivo de esclavos, exportando alrededor de 2 millones de esclavos de Rusia y Polonia-Lituania durante el período 1500-1700.

Caffa (ciudad en la península de Crimea) era uno de los puertos comerciales y de esclavos más conocidos y significativos. Todavía en 1769, una última incursión tártara importante dio lugar a la captura de 20.000 esclavos rusos y rutenos.

Se estima que en el siglo XVI la Comunidad polaco-lituana perdió alrededor de 20.000 personas al año y que de 1474 a 1694, hasta un millón de ciudadanos de la Comunidad fueron llevados a la esclavitud de Crimea.

Los esclavos más caros fueron aquellos entre 10 y 35 años, con los precios más altos para las niñas virginales europeas de 13 a 25 años y los adolescentes. Los esclavos más baratos eran aquellos con discapacidades y los africanos subsaharianos.

Cientos de miles de europeos fueron capturados por los piratas de la Berbería y vendidos como esclavos en el norte de África y el Imperio otomano entre los siglos XVI y XIX. Estas incursiones de esclavos fueron conducidas mayormente por musulmanes de origen árabe y bereber en lugar de turcos otomanos.

Durante la cúspide del comercio de esclavos de la Berbería en los siglos 16 y 17, los estados berberiscos estaban sujetos a la jurisdicción otomana y estaban gobernados por bajás otomanos.

Las áreas animistas en África eran una fuente popular de esclavos. Conocido como el Zanj (Bantú), estos esclavos fueron capturados principalmente de la región africana de los grandes lagos así como de África central.

Cabe señalar, que no todos los esclavos Zanj eran vendidos en Anatolia, también había importantes mercados en el medio Orienta, India y Asia.

El comercio de esclavos a través del Sahara y a través del océano Índico con el control de las rutas marítimas por los comerciantes musulmanes árabes y swahili en la costa Swahili durante el siglo IX. Estos comerciantes capturaban a los pueblos bantúes desde el interior en la actual Kenia, Mozambique y Tanzania y los trajeron al litoral.

Algunos historiadores afirman que hasta 17 millones de personas fueron vendidas como esclavos en la costa del océano Índico, Oriente Medio y África del Norte, y aproximadamente 5 millones de esclavos africanos fueron comprados por comerciantes de esclavos musulmanes y sacados de África a través del mar Rojo, el Índico y el desierto del Sáhara entre 1500 y 1900.

Debido a la intervención europea durante el siglo XIX, el Imperio se vio forzado a reducir la trata de esclavos, que había sido considerada legalmente válida bajo la ley islámica aplicada en el imperio desde sus inicios.

Henry Morgenthau, que sirvió como embajador en Constantinopla de 1913 hasta 1916, alega en su historia que había bandas que negociaban esclavos blancos durante su término en Constantinopla. El mismo autor informa que las niñas armenias eran vendidas como esclavas durante el genocidio armenio de 1915.

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