Miguel Ángel Santos Guerra, profesor de la UMA y escritor, acaba de publicar un libro contra el sexismo, hasta ahí normal, pero el autor se despacha en una reciente entrevista con eso de que “sustituir violencia de género por intrafamiliar es una trampa indecente”, frase que, además de ser mentira, resulta insultante para quienes defienden otras ideas.

La violencia de género se ha convertido en parte de la ideología de un movimiento supremacista que alienta la guerra de sexos y enfrenta a hombres y mujeres, algo muy alejado de los movimientos por la igualdad de la mujer y el hombre, que no pueden merecer más que respeto. De hecho, hay opciones políticas que concluyen que es más acertado hablar de violencia intrafamiliar, pero el profesor esto lo considera indecente, con una gran falta de respeto a quienes piensan distinto que él. Él sabrá el rédito de sus posturas.