El Tribunal de Cuentas reprocha a algunos Ayuntamientos, entre ellos el de Málaga, aunque el primero en cabeza es el de Barcelona, que sigan fraccionando contratos para evitar los concursos públicos. Así reducen el coste de estos contratos y burlan la ley y pueden adjudicarlos de forma directa a quienes los políticos quieren. Es la primera vez que se fiscaliza este tipo de contratación. Pero los practicantes de la treta siguen tan tranquilos. Como no hay detenidos…