El conocido restaurante malagueño La Cosmopolita debería tener cuidado con los datos que consigue de los clientes pues la ley de protección de datos es muy rigurosa y clara en cuanto a los derechos del ciudadano. Si un ciudadano hace una reserva por teléfono, debería bastar con su nombre y, en todo caso, su número de teléfono, pero le piden el apellido, el correo electrónico… No, mire usted, no es necesario ese cúmulo de datos para el fin que se propone el potencial cliente. Ningún establecimiento puede hacerse con datos de clientes sin cumplir el Reglamento General de Protección de Datos, especialmente en su artículo 4.11.