El presidente francés Macron lanzó el pasado 19 de abril una ofensiva contra el tráfico de drogas, la inseguridad ciudadana y en apoyo de la policía. El presidente sabe que este asunto es capital para el electorado de derechas, del cual depende su reelección.

Macron defiende que hay que actuar en tres niveles, gran tráfico, trapicheo y consumo, lo que significa “acosar a traficantes y camellos” y multar a los consumidores. “Decir que el hachís es inocente es peor que una mentira. En el plano cognitivo, sus efectos son desastrosos. ¿Cuántos jóvenes abandonan el sistema escolar y arruinan sus oportunidades porque empezaron a fumar en el colegio? Sin hablar de los que acaban en drogas duras”. Macron dijo que cumplirá su promesa de 10.000 policías más. Vamos, igualito que aquí.