Rogelio Alonso en El Mundo el pasado 2 de julio se ha referido al final del terrorismo etarra y su indulto al nacionalismo vasco: “Muchos subestiman ese final sucio presentándolo como idílico y ocultando sus enormes costes. Entre ellos, la adulterada naturalización democrática del brazo político de ETA, así como la exoneración del PNV por su responsabilidad en la legitimación de la violencia y por su rentabilización del terror nacionalista. Como escribía Vicente de la Quintana en estas páginas, se exportan a Cataluña conceptos y metodología. Lógico que así sea si se ensalzan como modélica las injustas transacciones que permitieron indultar políticamente a los criminales nacionalistas.
“El Tribunal Europeo de Derechos Humanos avaló la ilegalización de Batasuna concluyendo: “La legitimación de las acciones terroristas o la exculpación o minimización de su significado antidemocrático y de la violación de los derechos fundamentales puede llevarse a cabo de modo implícito”.