Crónica del Alba de Ramón J. Sender - El Sol Digital
Crónica del Alba de Ramón J. Sender

Crónica del Alba de Ramón J. Sender

Esta semana hemos acudido a la biblioteca para leer la novela de Ramón José Sender Garcés: Crónica del Alba. RICHERDIOS.

Alianza Editorial, Madrid, 1971.
Nº de páginas: 704 págs.
Encuadernación: Tapa blanda.
Lengua: CASTELLANO.
ISBN: 9788423333301

Quizá el más importante de los novelistas españoles de posguerra que escribieron en el exilio, Ramón José Antonio Blas Sender Garcés nació en 1901 en Chalamera. Los Sender se trasladaron a un pueblo de Zaragoza, Tauste, sitio que el novelista evocaría en los primeros tomos de Crónica del alba. Al terminar el bachillerato se fue a Madrid a la edad de 17 años. En Madrid encontró de nuevo trabajo en una farmacia y publicó unos cuentos primerizos en una revista literaria publicada por el farmacéutico donde trabajaba. Es en esta revista, Béjar en Madrid, donde Sender usó por primera vez la firma “Ramón J. Sender.”
Se matriculó en la Universidad de Madrid y nunca terminó su carrera universitaria. Entró en el mundo periodístico de Madrid escribiendo artículos para el diario Nueva España. En 1919 regresó a Huesca para trabajar como subdirector del periódico La Tierra. En febrero de 1922 Sender fue llamado a filas para luchar en la guerra en Marruecos. Ascendió rápidamente en la jerarquía militar y fue distinguido con una medalla del Mérito Militar. Participó en la redacción del periódico El sol. Simpatizó con los sindicalistas, sobre todo con los de la CNT (Confederación Nacional de Trabajadores). A causa de su participación en una algarada contra el dictador Primo de Rivera, Sender fue encarcelado en la Cárcel Modelo en Madrid. Ganó el Premio Nacional de Literatura en 1936 con Mister Witt en el Cantón. En los años treinta se afilió con el Partido Comunista. Por una temporada fue redactor en la revista comunista Tensor y viajó a Moscú en 1935. En ese mismo año se casó con Amparo Barayón, con quien había tenido un hijo en 1934. En 1936 nació una hija. Cuando se estalló la guerra civil en julio de 1936, Sender veraneaba con su mujer y sus hijos en San Rafael, un pueblo de Segovia. Cuando esa zona cayó enseguida en manos de militares sublevados en contra de la República, Sender pasó a las filas republicanas. Su mujer fue fusilada sin juicio por las fuerzas nacionalistas en octubre de 1936. Cuatro meses antes su hermano Manuel había sido fusilado por las mismas. Sender se separó del partido comunista en 1938 cuando Enrique Líster, un general comunista del ejército republicano, lo expulsó del partido y del ejército. Comenzó a escribir propaganda para la causa republicana y fue en una misión en pro de una España democrática a Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Pasó una temporada en París y en marzo de 1939 llegó a Nueva York con sus dos hijos. De Nueva York pasó a México. Allí fundó una editorial, Quetzal, en la cual publicó unas novelas.

CRÓNICA DEL ALBA es en buena dosis autobiográfica y narra las peripecias, desde la infancia hasta que muere en un campo de refugiados de Argèles (Francia) al final de nuestra última Guerra Civil, de José Garcés, segundos nombre y apellido del autor de la novela. Comienza el relato por sus primeros escarceos infantiles en un pueblo de Aragón y el enamoramiento mutuo del protagonista y de Valentina, una niña vecina suya, y más tarde narra la juventud del chico y sus encuentros con Valentina, de la que siempre estará enamorado, pero a la que verá en contadas ocasiones por la oposición familiar a esta relación. Relata su estancia en algunos colegios y sus malas relaciones con su padre y con la hermana de Valentina, y también con el padre de ésta. Luego, la entrada en una farmacia como mancebo y sus primeros encuentros con el amor físico en la persona de Isabelita, una fogosa joven; sus amistades de todo tipo y además sus incursiones en el mundo de los militantes anarquistas, doctrina que el propio Garcés abraza, aunque de forma pacífica y nunca sangrienta, a pesar de tener amigos que sí se vieron inmersos en atentados y que los provocaron. Más tarde, sus estudios de ingeniería y su invento de un arma mortífera a distancia; su servicio militar en África y sus aventuras durante la Segunda República y la Guerra Civil en las dos zonas, hasta que, terminada la contienda, es internado en el campo ya dicho y allí muere por enfermedad y escasos deseos de vivir, lo que desde luego no ocurrió con el autor de la novela, que se exilió y años después vino a España, recibiendo diversos honores, siendo incluso propuesto para el Nobel, y falleció en 1982 en los Estados Unidos. La novela es una larga crónica articulada en nueve libros que llevan por títulos: “Crónica del Alba”, “Hipógrifo Violento”, “La Quinta Julieta”, “El Mancebo y los Héroes”, “La Onza de Oro”, “Los Niveles del Existir”, “Los Términos del Presagio”, “La Orilla Donde los Locos Sonríen” y “La Vida Comienza Ahora”. El autor se retrata en muchos de los pasajes, aunque no sea posible definir en cuales más y en cuales menos, pero desde el principio se adivina el deseo de reflejar su propia vida personal y familiar, y para ello hasta le da al personaje su mismo paisanaje y algunas de las circunstancias de su devenir vital, que nos son conocidas. Personajes como Valentina son históricos. A partir de cierto momento, ya inmerso en la política de la República y de la guerra, su novela es menos autobiográfica. 7
En cuanto al estilo literario, hay que decir que es muy personal y con giros y formas propios del escritor, que tiene una gran riqueza de léxico, aunque no abusivo de términos menos comunes, y una facilidad narrativa que prende el interés fácilmente y, salvo algunos pasajes, en que mezcla historias de otros y se hacen por ello a veces algo pesados, el relato está lleno de fluidez y amenidad. Hay varias disquisiciones filosóficas, más o menos comprensibles y compartibles, y resultan ser como una justificación de la propia trayectoria del autor, que en algunos momentos aparece también como si fuera otro personaje diferente, siendo así que no es sino el alter ego del protagonista. Pese a que una parte de la crítica califica la obra como autobiográfica o seudo autobiográfica, otra parte alude a que el formato autobiográfico es un recurso narrativo del autor que denominan autoficción.
Recurso que, por otra parte, impregna una gran parte de la obra de Sender. A través de este recurso el autor conseguirá implicar mucho más intensamente al lector en el relato, trufando toda la historia con vivencias reales de la propia peripecia vital del novelista. Independientemente del carácter estricto de autobiografía, Crónica del alba -la novela y la serie completa- está plagada de referencias autobiográficas de Sender. Una de ellas es la ubicación geográfica de la narración en el pueblo aragonés de Tauste en el que el autor pasó su infancia. Otro claro ejemplo son los nombres de los personajes. El protagonista José Garcés porta el segundo nombre y el apellido materno del autor. Mosén Joaquín es el nombre real del preceptor y maestro del Ramón J. Sender real y del Pepe Garcés de ficción. Valentina V. (Ventura) es el nombre real también de su primer amor infantil. Si bien, no hay que confundir la indeleble presencia de Valentina en la memoria de Sender y, por ende, de José Garcés, con la existencia de un amor real más allá de la imaginación infantil. Varias fuentes coinciden en esto e, históricamente, es más que probable que Valentina Ventura muriese sin conocer el impacto que dejó en la obra adulta de aquel niño que conoció en Tauste.

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