CSIF Sanidad Málaga se movilizó el pasado viernes en el Hospital Regional ante la alarmante parálisis que padece el SAS y que afecta a decenas de miles de profesionales en toda Andalucía. Más de medio centenar de personas ha participado en la protesta en Málaga, que se desarrolló de manera simultánea en el resto de provincias andaluzas, para reclamar la agilización de los procesos selectivos y traslados en el SAS.
Este sindicato denuncia que todos los procesos siguen paralizados, con distintas OPEs (ofertas públicas de empleo) acumuladas: la de 2013-15, 2016-17 y consolidación y la reciente de 2018. Más de 150.000 opositores llevan más de cinco años esperando la resolución de la convocatoria de 2013, muchos de ellos teniendo que volver a presentarse a sucesivas pruebas al no saber el resultado de las primeras, pagando tasas, continuando estudiando e incrementando de manera innecesaria el estrés de la incertidumbre y la condena del SAS a seguir presentándose ante la falta de resolución de las OPEs anteriores.
Igualmente, es injustificable la demora superior a cuatro años que sufren los procesos de traslado, así como en la publicación de las bolsas de trabajo. CSIF exige un concurso abierto y permanente que de manera automática adjudicara los traslados, y resuelva los problemas graves de conciliación familiar, a la vez que elimine la adjudicación arbitraria de las comisiones de servicio. Este sindicato ya denunció que estas comisiones no estaban sujetas a ningún baremo de méritos ni transparencia y que sirven para premiar en muchas ocasiones a trabajadores afines y bajo amenaza latente de suspensión de la comisión. CSIF reclama transparencia y objetividad en la adjudicación de las mismas.
Además, este sindicato señala el retraso de más de diez años para la carrera profesional que llevan en espera más de 40.000 profesionales; y para el paso de las categorías de auxiliar administrativo a administrativo. La lentitud del SAS en la resolución de los procesos selectivos y traslados afecta también a los usuarios. Actualmente, hay más de 300.000 personas en listas de espera y el SAS sigue sin publicar las cifras de 2018. La Administración también tiene pendiente desde hace más de diez años la reforma de la atención primaria, la normalización de ratios y cupos a la media nacional y el desarrollo de la implantación de las continuidades asistenciales en atención primaria y salud mental.