“De la patronal espero su lealtad, que cumpla lo acordado”. Fernando M. Cubillo. Secretario general de CCOO de Málaga - El Sol Digital
“De la patronal espero su lealtad, que cumpla lo acordado”. Fernando M. Cubillo. Secretario general de CCOO de MálagaFernando Cubillo, secretario provincial de CCOO

“De la patronal espero su lealtad, que cumpla lo acordado”. Fernando M. Cubillo. Secretario general de CCOO de Málaga

Fernando M. Cubillo, secretario general de CCOO de Málaga, ha cumplido sus primeros 100 días al frente de esta organización sindical, tras suceder al que hasta marzo ostentaba dicho cargo, el sindicalista malagueño Antonio Herrera. Salió elegido en el XII congreso provincial por el 65 por ciento de los votos frente al otro candidato, Alfonso Galisteo.

Aunque se considera ciudadano de todos los sitios, nació en Córdoba y se trasladó con su madre a Málaga siendo un niño.  Aficionado a la enseñanza, desde joven ofrecía clases particulares de inglés a sus compañeros. Trabajó de muchas cosas y también salió fuera de España y aprendió más idiomas. Tras aprobar magisterio en la Universidad de Málaga y conseguir salir primero en el Tribunal de Oposiciones con un examen impecable en inglés, estuvo varios años como maestro impartiendo clases a niños de todas las edades. En 1983 se afilió al Partido Comunista de España (PCE) y su primera protesta en CCOO, aunque aún no se había afiliado oficialmente, fue en la huelga general contra la reforma de las pensiones, donde participó en el piquete informativo de la EMT. Después se afilió al Sindicato de Enseñanza de CCOO de Málaga y, según cuentan los que le conocen bien, consiguió parar a todo el profesorado del Campo de Gibraltar y Cádiz para protestar por un proyecto del Ministerio de Educación sobre la carrera docente, que finalmente no salió adelante.

En unos pocos años ya se encontraba dirigiendo las uniones locales del sindicato, era la época en la que al frente de esta organización se encontraba el sindicalista Francisco Gutiérrez. Su pasión por la enseñanza le llevó a dirigir unos años después la escuela de formación que abrió el sindicato, FOREM. Tras ello fue secretario de Empleo y Formación y en la última etapa con Antonio Herrera lo acompañó como secretario de Organización y Finanzas durante doce años.

Fernando, se acaban de cumplir sus primeros 100 días al frente de las CCOO de Málaga. Cuénteme ahora cómo recuerda su elección como secretario general de esta organización.

A lo largo de estos años he pasado por varias responsabilidades en CCOO de Málaga, pero siempre he visto a los secretarios generales de lejos, nunca he estado al frente. Entrar en esta secretaría es entrar con una responsabilidad pública y que además tiene muchas variables. Lo tomo con ilusión y con un compromiso muy claro, que es el de intentar conseguir logros para los trabajadores.

¿Qué tipo de logros?

El más importante son los convenios colectivos. Hay unas 40.000 personas en Málaga que no tienen convenios colectivos en sus empresas y en las que lo tienen, en su mayoría, hay que mejorar las condiciones de los mismos porque ocurre que si en Madrid o en cualquier otra ciudad se firma un convenio colectivo con un aumento salarial de un 1,5 por ciento, ¿por qué en Málaga, siendo la misma empresa o mismo sector se tiene que firmar por debajo? Nuestra provincia es de las que tienen los salarios más bajos del país pero, sin embargo, tenemos uno de los IPC más altos. Cuesta más la cesta de la compra de Málaga que de otras ciudades. Es obvio que así no salen las cuentas y que a muchos trabajadores les cuesta llegar a fin de mes. Los acuerdos colectivos deben de respetarse. Por eso nuestro mayor frente está en la defensa de los convenios colectivos, y de ahí, la lucha por una mejora salarial y la inclusión de los planes de igualdad y de vigilancia y prevención del acoso. Esto hay que escribirlo en los convenios, ya que a pesar de los tiempos que corren, le puedo decir que en muchos de ellos no se recogen porque algunos empresarios se niegan a ello. Lo mismo ocurre con la mejora de la prevención de riesgos laborales, que también falta.

Entonces, si esto es así, ¿qué ocurre con los convenios que ya están firmados y que están por debajo del 1,5 y que no recogen dichos planes?

Pues hay que esperar, la ley no permite moverte del convenio, pero en cuanto finalicen los que tienen actualmente vigencia, se analizarán y se presentarán las propuestas para que queden reflejadas. Por eso es muy importante organizarse.

¿Qué espera de las empresas?

Espero su lealtad, que cumplan lo acordado. El Gobierno con su reforma laboral ha dado todas las fórmulas a la patronal para poder despedir y recortar derechos laborales a sus trabajadores. Pueden incumplir e inaplicar los convenios colectivos, pueden descolgarse de los convenios, etc.

¿Y del Gobierno del PP?

Que retire la reforma laboral que tanto daño está haciendo a esta sociedad. Con los recursos de la militancia de CCOO conseguimos firmar convenios sectoriales con mejoras laborales y salariales que benefician a miles de trabajadores de empresas pequeñas. Estén o no estén afiliados, pero nosotros no tenemos la capacidad de llegar a todas las empresas. Cada vez nos quitan más recursos por eso pedimos también a este Gobierno la Ley de Participación Institucional. La misma dice que tenemos que recibir una subvención económica de los PGE porque somos una organización de interés social en la medida que negociamos para todos. CCOO es el tercer sindicato mejor valorado en Europa, pero sin embargo somos los últimos en cuanto a subvenciones. Los empleados públicos de Inglaterra reciben 90 millones de euros en subvención, los franceses 700 millones de euros de subvención y los italianos 600 millones de euros en subvención. En España se reparten 16 millones de euros, de los cuáles, CCOO recibe solo tres millones y medio de euros. Funcionamos con las cuotas prácticamente.

¿Cuántas cuotas tienen en Málaga?

Hoy estamos en unas 31.400 cuotas, que multiplicado por una media de unos 8 euros de cuota, sale más de 250.000 euros mensuales que los trabajadores de Málaga nos dan a las CCOO para que podamos hacer todo el trabajo que le estoy contando, y mucho más que se puede ver a través de nuestra página web y redes sociales. En número de afiliados podemos estar a la misma altura que ciudades españolas como Madrid, Barcelona y Sevilla.

¿Va a cambiar de alguna forma la relación que tiene el sindicato con sus afiliados?

Sí, y en ello estamos. Creo que es fundamental que tengamos más participación con los afiliados. En abril celebramos una asamblea a la que no sólo estuvieron invitados los afiliados, sino también la ciudadanía en general. Fue en la Universidad de Málaga y estuvimos debatiendo las pensiones y la salud laboral. Por primera vez hemos invitado al sindicato a gente de Málaga y afiliados para discutir el informe del que hasta junio ha sido el secretario general de CCOO de Andalucía, Francisco Carbonero. Eso no se había hecho antes. Además, hemos iniciado varias reuniones en las comarcas de la provincia para hablar sobre los presupuestos generales del Estado y las pensiones, que esto es muy gordo lo que se nos viene encima, una rebaja del 30 por ciento. Otra de las novedades es que vamos a convocar asambleas mensuales en los polígonos de Málaga para toda la afiliación y también vamos a desarrollar una campaña intensa en las redes sociales.

¿Qué perfil tiene la afiliación a CCOO de Málaga?

Hay dos perfiles, uno ronda el 60 por ciento. Son personas mayores de 50 años que tienen ya una trayectoria laboral. A estas personas les estamos dando una cobertura y explicando cuál va a ser su situación en los próximos años. Para ello, otra de las novedades que ofrecemos es que hemos creado un grupo de apoyo para este colectivo y, en general, lo que más estamos explicándoles es cómo van a quedar sus pensiones. El otro 40 por ciento son menores de 50 años que muchos están entrando en las estructuras de dirección del sindicato. Esto forma parte también de nuestro compromiso por la regeneración de esta organización sindical.

¿Cómo cree que el sindicato puede llegar a los trabajadores más jóvenes?

La juventud tiene que hacer su propio recorrido empresarial y sindical. Ese discurso falso que tienen muchos mayores que dicen que mis derechos los va a perder la gente joven, es falso. Nuestros derechos lo hemos conseguido nosotros y sus derechos lo tienen que ir consiguiendo ellos. Por supuesto siempre con el respaldo del sindicato, pero ellos tienen que dar el paso de enfrentarse a sus empresarios para conseguir sus mejoras, porque el Gobierno del Partido Popular está arrebatando los derechos laborales.

¿El sindicato recibe consultas de gente joven que está dispuesta a enfrentarse a sus empresarios?

Claro que sí, vienen y cada vez lo hacen más. Normalmente, no suelen estar afiliados, no a nosotros, me refiero a ningún sindicato. Nos cuentan sus problemas laborales, la gran mayoría se sienten estafados, personas que trabajan dos o tres meses sin estar dadas de alta en la Seguridad Social, sin poder cobrar sus salarios. Entonces muchas se afilian y apuestan por esta organización sindical. El día a día de los jóvenes trabajadores es que la gran mayoría hecha muchas horas y cobra muy poco. No tienen ni tiempo para acudir al sindicato. Muchas consultas nos llegan a través de nuestras redes sociales y por correo electrónico. Los jóvenes tienen una cosa muy buena y son sus valores, que no son valores políticos ni sindicales, son valores de hermandad, de solidaridad y de ayuda mutua. Cuando se enfrentan al mundo laboral y se dan cuenta de las condiciones que hay, no tardan mucho en informarse de cómo se puede luchar contra ello.

Las pymes ocupan prácticamente el 99 por ciento de la actividad empresarial en este país, y este tipo de empresas no se lo ponen fácil a los sindicatos.

Cierto, en las grandes empresas sí hay un lugar de referencia con una sección sindical al tener contratados a un número alto de trabajadores, pero en las pequeñas y medianas empresas esto es más difícil. Sin embargo, se da el caso, por ejemplo, de los centros comerciales que albergan a cientos de pymes y donde no se puede poner una sección sindical. Por eso digo que la gente joven primero tiene que ver la necesidad de defenderse y segundo, que esa necesidad la puede defender mejor un sindicato que un abogado, porque nosotros además de estar especializados, aportamos un valor añadido que es la experiencia y la movilización. El abogado privado no va con las banderas a los juzgados, nosotros sí, a donde haga falta.

Ha dicho usted que la gran mayoría llega al sindicato tras haber sufrido algún problema laboral. Pero hay una parte importante que no cree en los sindicatos. ¿A qué cree que se debe?

Aquí, que CCOO existe en España lo sabe todo el mundo, los jóvenes y los mayores. Sin embargo, quiero destacar el descrédito que hemos sufrido los sindicatos en este país por parte de empresas privadas, partidos políticos y medios de comunicación. Este descrédito ha costado dinero, han invertido mucho para hacer a la gente dudar sobre nosotros. Hay empresas que han dado dinero a los tertulianos para que hablen mal de los sindicatos. Sin ir más lejos, le puedo decir que merece la pena analizar el impacto mediático de este Primero de Mayo en Málaga. Cómo la prensa en vez de hablar de este evento que fue un éxito aquí, lo que hizo fue recordar cómo eran los anteriores Primeros de Mayo y cómo han cambiado las fuerzas de los sindicalistas. Eso de mirar las cosas con añoranza, de que el pasado fue mejor, es un error.

Para terminar, ¿qué valoración hace de la actividad empresarial y económica de la provincia de Málaga?

Málaga tiene un problema y es que es cortoplacista. Es como antiguamente los terratenientes, una economía extractiva de renta. Vienen a llevarse el beneficio, pero no a hacer inversión ni a cuidar a sus trabajadores. Hay que valorar a la gente joven cualificada, porque muchos se están yendo fuera, y los que se quedan están cobrando unos sueldos de 800 y 900 euros mensuales. Es una barbaridad.

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