Editorial - 100 años del PCE y más de 100 millones de muertos del comunismo en el mundo - El Sol Digital
Editorial – 100 años del PCE y más de 100 millones de muertos del comunismo en el mundo

Editorial – 100 años del PCE y más de 100 millones de muertos del comunismo en el mundo

El pasado fin de semana se celebraron distintos actos conmemorativos del próximo centenario del PCE -el 14 de noviembre se cumplen-, en uno de los cuales, precisamente, se abucheó al ex vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, también de ideología comunista, con gritos de “¿qué cambios, qué progreso ha habido?”, a lo que el ex líder podemita no contestó si les parecía poco cambio pasar de Vallecas a Galapagar. Pero más allá de esta anécdota, que un partido cumpla cien años sería motivo de celebración si este partido fuese democrático y defensor de las libertades y la democracia como sistema de convivencia y bienestar social, pero no es el caso.

El nacimiento del PCE como el de otros partidos comunistas de muy distintas latitudes se debió a la onda expansiva de la Revolución soviética de 1917 y, más tarde, al trabajo de los agentes comunistas de la Komitern o III Internacional.

A estas alturas de la historia, se conoce documentalmente buena parte de los hechos protagonizados por los partidos comunistas en el poder, y también en la oposición o en la clandestinidad, aunque no todas las referencias escritas y testimoniales han sobrevivido a la destrucción comunista de las pruebas.

Sin remontarse muy lejos en la historia, el papel de cómplices del PCE con las dictaduras cubana, venezolana o nicaragüense, y tantas otras, demuestra a las claras y sin pudor alguno a qué cartas apuestan los comunistas, por supuesto ninguna democrática.

Pero es que en casa, aquí en España[1], los crímenes de los comunistas, no ya el clásico de Paracuellos y tantos otros que podrían citarse, sino entre sus propias filas ha hecho estremecer, incluso, a camaradas bastante acostumbrados a encontrarse muertos enterrados en el jardín. Por ejemplo. El 23 de abril de 1980, Jorge Semprún -que perteneció a la dirección del PCE hasta que fue expulsado junto a Fernando Claudín por Santiago Carrillo– escribía un artículo titulado “Con motivo de un aniversario” y en él pedía a los dirigentes comunistas, al cumplirse el 60º aniversario de su fundación, que hicieran públicos los motivos por los que se ordenó el asesinato de Gabriel León Trilla -el 6 de septiembre de 1945 en Madrid por dos camaradas-, que fue uno de los jóvenes socialistas que fundaron, en 1920, el primer partido comunista español. Pueden imaginarse el ominoso silencio que se hizo. Lo mismo le sucedió a José Robles, intérprete del general Gorev y responsable del GRU. Sabía demasiado. Pero son también los casos de Quiñones, Monzón, Comorera… la estela de asesinatos es larga y roja.

La represión de los comunistas no solo era física sino que también se buscaba, y se busca -casos de China, Corea del Norte…- la destrucción moral de sus víctimas, fueran militantes comunistas o enemigos declarados -aunque para un comunista quien no está con el partido es un enemigo de clase y se le acusará falsamente-.

No hay más que recordar la rabia volcada por los comunistas contra antifascistas del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) y la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). El asesinato de Nin y el proceso contra el POUM están detalladamente narrados en la obra de Julián Gorkin[2]. A Juan Andrade, uno de los fundadores del PCE en 1920, y a numerosos militantes y dirigentes del POUM, se les detuvo a las pocas horas del secuestro de Nin, acusados de colaboración con los fascistas. Pero con la Ley de Memoria Democrática del Gobierno de Sánchez, la tortura y desaparición de Nin pasaría la prueba del algodón porque esa ley está diseñada contra otros. Y muchos más casos podrían aportarse, y no nos estamos refiriendo a los enemigos falangistas de los comunistas antes y durante la guerra, sino a la pulsión por las purgas al más puro estilo de Stalin, uno de los grandes genocidas de la historia, junto a Mao y Hitler.

Conviene recordar que en marzo del pasado año se votó en el Congreso de los Diputados una resolución de condena del nazismo y del comunismo -que publicamos en este número de El Sol Digital-.  Con mucha anterioridad, el 19 de septiembre de 2019, el Parlamento Europeo aprobó la Resolución 2019/2819 que condenaba los crímenes del nazismo y el comunismo. Se trata de un texto presentado por el Partido Popular Europeo y la Alianza de Socialdemócratas, las dos principales fuerzas políticas europeas. El resultado fue 555 eurodiputados a favor del texto y solo 66 en contra. Pero ya en el Congreso de los Diputados, “la izquierda cierra filas para evitar que se condene el comunismo”, como se leía en la prensa aquellos días. Que en el siglo XXI un partido como el PSOE, no condene estos regímenes odiosos que tanta muerte, sufrimiento y miseria han traído al mundo[3] es para echarse a temblar. Un hecho vergonzoso más del partido de Sánchez que acompañará a este y a sus conmilitones mientras vivan.

Pero quizá lo más sobresaliente por cuanto revelador de la catadura moral de los dirigentes comunistas fue la intervención del secretario general del PCE y diputado, Enrique Santiago, en el debate contra la aprobación de la propuesta de resolución antes mencionada, dirigiéndose a los diputados del PP cuando exclamó «¡Qué ignorantes que son!», e hizo una amenaza que no pasó desapercibida, pese a los intentos de los medios oficiales de ponerle sordina: “Los comunistas…, les habíamos perdonado. Pero que les hayamos perdonado no les da ninguna autoridad moral para presentarse como demócratas y descalificar lo que ha representado y representa el Partido Comunista de España.” Y ahora celebran su centenario aun cuando en muchos países democráticos los partidos comunistas están prohibidos por ley por cuanto enemigos de la democracia, como Alemania, o incluso sus símbolos, caso de EEUU, Corea del Sur, Taiwán, Irán, Hungría, Rumanía y un largo etcétera. Después los comunistas se quejan del régimen de 1978 y de la Constitución.

[1] Morán, Gregorio.- Miseria, grandeza y agonía del PCE. 1939-1985.- Akal.- Madrid.- 2017.

[2] Gorkin, Julián.- El proceso de Moscú en Barcelona.- AYMA.-1974.

[3] Courtois, Stephane y otros.- El libro negro del comunismo. Crímenes, terror y represión.- Planeta, Espasa.- Barcelona.- 1998.

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