El PP ha sido la fuerza más votada en Castilla y León -con dos procuradores más- pero no alcanza la mayoría para gobernar en solitario. Y dada la soberbia que acompaña a esta formación, despreciaron a Vox cuanto pudieron, ahora no pueden gobernar sin ellos. Rascarse es peor. Incluso llegaron a decir que era mejor repetir las elecciones. Pues venga, que las repitan, estamos esperando. Pero no, es lenguaje politiquero -después no quieren que se fustigue a la clase política- y mentiroso. Eso de cumplir lo que se promete no va con el PP, sin ir más lejos es lo que le viene pasando a Casado desde que es presidente del PP, prometió la regeneración y no hubo nada sino todo lo contrario, una patada a Cayetana Álvarez de Toledo y zancadillas a Isabel Díaz Ayuso, que ha demostrado que vale políticamente mucho más que él.
Pero es que el PSOE de Tudanca se ha derrumbado, con siete procuradores menos, pese a los sondeos del tramposo Tezanos, los millones del plan del campo de Sánchez y Planas, etc. El PSOE marcha en retroceso en toda España. Igual que Podemos e IU -socios del PSOE en el Gobierno de España- que quedan en la mínima expresión, igual que Ciudadanos, que mantiene testimonialmente un electo y que está condenado a morir de hambre.
En la noche electoral del domingo, por supuesto que Casado no dio la cara -y es natural de la región que votó en urnas, pero da igual-, no compareció, mandó a su segundo a lidiar con esta amarga cita electoral. Ya se sabe, si arrasamos salgo yo, si no pues te toca a ti. Es la figura del mozo de mulas, bueno es llamar a las cosas por su nombre.
También es preocupante el crecimiento de la España deshabitada, este tipo de plataformas que después -como Teruel existe- se arriman al mejor postor. Significan un claro retroceso de madurez política del pueblo español, pero allá cada uno con su voto.
En fin, unas elecciones que deberían haber servido, según Génova, para reforzar a Casado y catapultarlo a la Moncloa pues resulta que de eso nada ha ocurrido y el futuro del presidente -es difícil llamarlo líder- del PP es sombrío. Con razón los barones del partido están preocupados, ¿a dónde vamos con este? De momento, de adelanto electoral en Andalucía nada, no conviene. No solo contagia el virus, también el fiasco castellanoleonés.