Editorial - De aquellos polvos, estos lodos. El odio a España en Cataluña - El Sol Digital
Editorial – De aquellos polvos, estos lodos. El odio a España en Cataluña

Editorial – De aquellos polvos, estos lodos. El odio a España en Cataluña

Décadas de adoctrinamiento en las escuelas y en todos los niveles educativos, especialmente en el País Vasco y Cataluña, pero no solo, han ocasionado un daño irreparable en la infancia, la adolescencia y la juventud, que se han visto lastradas por ideologías nacionalistas y totalitarias que nada tienen que ver con las  democracias liberales de nuestro entorno y que también nos merecemos en España.

Desde luego, la permisividad con este proceder de las comunidades autónomas, partidos políticos, profesores, colectivos sociales y un largo etcétera del bestiario antiespañol viene de antiguo, quizá del mismo precepto constitucional que señala la existencia de nacionalidades históricas, separando éstas del resto de la nación y creyéndose las mismas por encima de las demás. Lo que podría haber sido un normal reconocimiento de singularidades históricas ha devenido, por el abuso y la pasividad del Estado, en un auténtico desafío a éste, como sucedió en el referéndum anticonstitucional del 1 de octubre de 2017. Del País Vasco y casi medio siglo de asesinatos por la independencia, está casi todo dicho, solo que los dirigentes de esta Comunidad prefieren, de momento, explotar económicamente al Estado antes de dar el salto a la soberanía.

Desde la UCD al PSOE y el PP, los partidos que han gobernado este país se han entregado a los nacionalistas y no se han atrevido a torcer su rumbo en el terreno educativo, y esto pasa factura hoy y seguirá pasándola, más abultada, en el próximo futuro. Los resultados de las elecciones catalanas del pasado domingo no son más que una muestra.

Cada día que pasa será más difícil sujetar el odio de los más exaltados en Cataluña que, enemigos de la libertad, se han permitido apedrear un día sí y otro también a los candidatos de Vox en las calles de aquella Comunidad. Ya antes perpetraron, incluso, un golpe de Estado y, sin embargo, nadie ha impedido que hagan campaña electoral y revienten la ajena.

¿Habríamos visto como normal que los presos por el 23-F se presentaran a unas elecciones generales y participaran en mítines? Pero parece que a éstos les consentimos más, mientras que los primeros estuvieron en prisión -donde merecían estar- hasta el cumplimiento de sus condenas, a éstos se les conceden privilegios y mañana vendrán los indultos. Así, desde luego, nada bueno nos espera. El golpe de timón no puede ser de menos de 180 grados.

Deja un comentario

El email no será público.