Editorial - Ignorantes contra la Historia - El Sol Digital
Editorial – Ignorantes contra la Historia

Editorial – Ignorantes contra la Historia

La ola de protestas, unas violentas y con saqueos y otras no, que se ha levantado en los EEUU, Hispanoamérica y la misma Europa en contra de aquellos a quienes consideran racistas en cualquier momento de la historia, tras la muerte en Minneapolis de un hombre negro, George Floyd -quien había pagado en un comercio con un billete falso, muerto por asfixia de un policía blanco, Derek Chauvin– es otra protesta del movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan) que desde 2013 canaliza el hartazgo de una parte de los afronorteamericanos.

Es evidente para cualquier observador imparcial que existe racismo en los EEUU con una intensidad difícil de cifrar pero, sin duda, mucho menor que la que predican los protestantes, que también orientan su ira contra el capitalismo, el patriarcado o la conquista de América por Cristóbal Colón, aunque todos se benefician, de una manera u otra, de sus objetivos de difamación y del sistema que dicen aborrecer. Desde luego, la utilización de la violencia, sea contra ciudadanos pacíficos, la Policía o las mismas estatuas, descalifica radicalmente a sus autores, sean negros o de cualquier otra condición. El color de la piel no es nunca un pasaporte para delinquir.

Pero el movimiento supuestamente anticolonización que ha confluido con el antirracista ha arramblado con estatuas de signo muy distinto, desde las de Fray Junípero Serra hasta las del Almirante y otras muchas de procedencia hispánica sin un ápice de razón, aunque sí, justo es decirlo, en el caso de colonizadores y esclavistas británicos, casos, por ejemplo, de Cecil Rhodes y Edward Colston.

Desde luego, el conocimiento de la historia no ha acompañado las algaradas de los revoltosos, manifiestamente disparatados e ignorantes en sus diatribas contra los conquistadores españoles, como ponen de manifiesto los estudiosos más solventes desde hace siglos. Reescribir la historia es una impostura fácilmente detectable. Por eso, conviene siempre en el análisis de cualquier protesta examinar sus fundamentos, no sea que, en realidad, solo representen una excusa detrás de la cual se esconde la ignorancia más supina cogida de la mano de los intereses de siempre por derribar la misma sociedad que les da de comer y que, además, es la única que funciona razonablemente bien.

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