Editorial - Indulto gubernamental al golpismo - El Sol Digital
Editorial – Indulto gubernamental al golpismo

Editorial – Indulto gubernamental al golpismo

La realidad supera la ficción. Ya nada sorprende. Que el Gobierno tenga listos los indultos a los delincuentes catalanes que intentaron dar un golpe de Estado está en la lógica de un Ejecutivo que ha llegado a acuerdos con los herederos de ETA, Bildu, en el Congreso. Así están las cosas. Pese a que los sediciosos catalanes han advertido que lo volverían a hacer, Sánchez necesita a ERC para seguir en el poder, y a esa ambición personal y de partido sacrifica cualquier consideración democrática.

Estas prácticas políticas, además de ser inescrupulosas con las libertades y el Estado de derecho, significan un mensaje muy claro: saltarse la ley, si se hace con suficiente fuerza y se dice que es un conflicto político, puede salir gratis, como es el caso. Así que puede que otros grupos estén tomando notas. Y del indulto también, ¿por qué los presos comunes van a resignarse a continuar en prisión?, ¿y si ellos provocaran otro “conflicto” con el Estado como ya plantearon en los años de la transición democrática? Sentar el precedente de los indultos será una rémora histórica a la que se agarrarán otros delincuentes de distinto pelaje.

Pero, además, los indultos serán el primer paso que acerque a los sediciosos a su objetivo final, la independencia de Cataluña, después vendrá el referéndum, que probablemente se vista por el Gobierno solo de consultivo, y después lo previsto. Abstenerse de combatir por todos los medios legales al alcance de los ciudadanos el propósito gubernamental, es resignarse a lo que vendrá después, y en ese después todo será más difícil y hasta posiblemente cruento. De los partidos de la oposición se espera poco, excepto de Vox en este caso, pero si sienten la presión ciudadana los estaremos conduciendo en la dirección adecuada. Que el presidente de la CEOE le haya hecho un gran favor a Sánchez y se haya burlado de todos los españoles, le pesará de por vida, y de los obispos y muchos sacerdotes catalanes qué decir que no haya señalado ya la historia de ETA. La Iglesia no tiene patria, aunque nosotros sí y también memoria. En el día a día de la defensa de las libertades, se despeja el camino de los falsos compañeros de viaje.

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