Editorial - Rebelión en las aulas - El Sol Digital
Editorial – Rebelión en las aulas

Editorial – Rebelión en las aulas

El sindicato ANPE denuncia que el profesorado está desprotegido hasta por sus directores, además de por la inspección, que suele tomar partido por padres o alumnos en demasiados casos. Los docentes reclaman que se desarrolle la actual Ley de Autoridad Pública del Profesorado en Andalucía.

Quien conozca las aulas, sobre todo de secundaria, sabe que el desprecio al profesor es diario, las miradas desafiantes… hasta se producen agresiones, tanto de algunos alumnos como de algunos padres de éstos, que incluso presionan para la modificación de las calificaciones. El resultado no es otro que el deterioro generalizado de la enseñanza ante la pasividad de las autoridades autonómicas, que prefieren mirar para otro lado antes que romper el buen rollito que mantienen con esos padres y alumnos. Los profesores, por su parte, reproducen cuadros de ansiedad, depresión y bajas laborales.

Ahora sabemos por un informe de la OCDE que ni el tamaño de la clase, ni el número de ordenadores por aula, ni siquiera las actividades extraescolares influyen en la mejora de los resultados de los alumnos españoles que están en peores condiciones económicas; en cambio, afecta, y de modo muy importante, el clima de disciplina que se logra en el aula y, claro, la disciplina no es muy del gusto de la izquierda política, que suele poner el acento en otros conceptos. También hay que añadir que los profesores pierden el 20 por ciento de la clase poniendo orden ante los alborotos generalizados que se producen y esto en clases que duran solo 45 minutos, porque una hora parece que es demasiado, dicen con una sonrisa algunos expertos.

Ante este estado de cosas es urgente y necesario el desarrollo de la citada ley y la toma de posición inequívoca de las autoridades educativas de la Consejería de Educación por la disciplina y el respaldo al profesor, salvo que sea flagrante su conducta irregular. Lo progresista no es permitir que las aulas sean el segundo patio de recreo sino alcanzar un clima de estudio en el que tanto los alumnos como los profesores puedan trabajar conjuntamente, cosa que hoy en la mayoría de los centros no se da de modo natural. De la calidad de la enseñanza depende el futuro de los trabajadores, profesionales y empresarios del mañana, y hasta la situación política, piénsese en las generaciones de jóvenes catalanes educados en el odio a España. La educación es lo primero.

Deja un comentario

El email no será público.