Patricia González raptó a su hija de 10 años en 2017, ahora la Policía la ha liberado ¡y la madre está en libertad! Esta gravísima contradicción es una realidad por la mella que la llamada política de género ha ocasionado y sigue ocasionando en la sociedad española y en sus instituciones.
La secuestradora contó con la ayuda de María Sevilla, presidenta de la asociación Infancia Libre y asesora de Podemos, que ya había sido detenida en abril por haber secuestrado también a su propio hijo. Varias vinculaciones se advierten entre ambas mujeres: compartían abogada, asociación, psiquiatra y denuncias falsas contra sus ex parejas -sí, de esas que dicen algunas fundamentalistas y sus seguidores que son mínimas-… Por supuesto, los daños que ha podido ocasionar la madre en su hija como consecuencia del secuestro, privándola de su padre, de escolarización y de una vida normal en compañía de otros niños, deberán ser evaluados en el juicio de la presunta delincuente.
Las dos mujeres, además, se valieron de una red, de la que no está ausente Infancia Libre -¡qué nombre eligieron!- para escapar de la Justicia; eso sí, Podemos recibió a ambas madres en el Senado. El partido morado siempre con los mejores. Que estos colectivos tengan cobertura política y mediática dice mucho del grado de perversión de la realidad al que se ha llegado y al que muchos ciudadanos no pueden sustraerse, engañados con falsedades que solo de muy tarde en tarde y con muchas dificultades salen a la luz.
Todos los que confiamos en la Justicia esperamos que ésta actúe con la contundencia que merecen los delitos que se enjuicien y que las redes de apoyos de los delincuentes sean desmanteladas como sucede en otros supuestos de actividades criminales. Está claro que la violencia machista debe ser, como lo es, combatida con todo el peso de la ley, y quiénes se sustraen a ésta, aunque no sean hombres, también deberían serlo.