Editorial - Simón, icono pop de la pandemia - El Sol Digital
Editorial – Simón, icono pop de la pandemia

Editorial – Simón, icono pop de la pandemia

La colección de meteduras de pata, pronósticos fallidos, errores garrafales e inconveniencias del doctor Fernando Simón son innumerables, algunos analistas hasta las han recopilado, aunque sin ánimo exhaustivo, dada la ingente tarea que supondría.

Simón, icono pop de la pandemia, como la canción del Dúo Dinámico, Resistiré –pero ésta en un sentido positivo, ha tenido con la maldita enfermedad sus meses de gloria, cosa que no sucedió durante la crisis del ébola que acaeció con el gobierno del PP. Servil con el gabinete de socialistas y comunistas desde febrero del pasado año, en ninguna ocasión ha discrepado públicamente de ninguna decisión tomada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, y no son pocas las que merecen  el oprobio público.

Simón, al principio de la pesadilla que todavía sufrimos, dijo aquello de que “me sorprende la  excesiva preocupación” que despertaba la enfermedad, atreviéndose con ese “creemos que España como mucho va a tener algún caso diagnosticado”, que debería haberle costado el cese inmediato del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias que todavía dirige.

Incólume al desaliento afirmó que “no es necesario que la población utilice mascarillas”, cuando poco después se recomendaba vivamente su uso por las autoridades, y más: “No tiene sentido que los ciudadanos sanos las usen”. O “tomar muestras de personas asintomáticas no tiene mucho sentido”.

No solo los partidos políticos y distintas personalidades han pedido que desaparezca como portavoz supuestamente científico del Ministerio de Sanidad, los colegios de médicos españoles también se han pronunciado acerca de su incapacidad para gestionar y por sus medias verdades y mentiras. Incluso ha tenido que pedir perdón después de afirmar en una entrevista que en su juventud “no preguntaba si las enfermeras eran infecciosas, eso se veía después”.

Ya más recientemente, aseguró que la infección de la cepa británica apenas iba a afectar a la población española, lo que se desmentiría muy poco después. Pero, quizá, su declaración más polémica tuvo lugar con motivo del rechazo del Gobierno a activar las primeras medidas de prevención antes de la manifestación de extrema izquierda feminista del 8-M. “Si mi hijo me pregunta si puede ir a la manifestación, le voy a decir que haga lo que quiera”, afirmó unos días antes de aquella congregación infecciosa, cuando Illa -y hay que recordarlo- acababa de prohibir en Madrid un congreso de la Iglesia Evangélica.

A finales del mes de julio, los contagios indicaban que una “segunda ola” era ya una realidad, pero Simón declaraba: ”Si pueden venir segundas olas o no, no lo sé, esto no lo parece”. Mientras que, a finales de septiembre, se despachaba con que “creo que la segunda ola no tendrá un impacto tan grande”. Y no contento, pese a sus yerros, continuó optimista este pasado diciembre, cuando el Gobierno no quiso la impopularidad que significaba confinar en Navidad y declaraba: “Creo que el crecimiento de contagios va a ser relativamente lento”.

Como se aprecia, ha contribuido inestimablemente a la desinformación de los españoles sin que haya sido requerido por la Guardia Civil para aligerar el estrés de este Gobierno por tantas fake news.

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