Tal día como hoy de 1959, se producen en Lhasa, capital del Tíbet, una serie de revueltas contra la ocupación china, conocido como el levantamiento tibetano.
Ocho años antes, en 1951, se había firmado el acuerdo de los «diecisiete puntos», donde China se anexiona oficialmente el Tíbet y la convierte en región con cierta autonomía. Meses antes, en octubre de 1950, el Ejército Popular de Liberación de la República Popular de China, había ocupado el Tíbet, el territorio que junto a Nepal, comparten el Everest.
Teniendo en cuenta, que el tibetano tiene una idiosincrasia particular a nivel étnico, religioso y lingüístico en relación a sus territorios vecinos, esta ocupación dio lugar a un movimiento de independencia encabezado por su líder espiritual, un joven Dalai Lama.
En este contexto, el 10 de marzo del 59, unos 30.000 tibetanos, se concentran alrededor del palacio de Norbulinka para evitar que el Dalai Lama sea secuestrado por los chinos. El levantamiento terminó en masacre y represión. De 10.000 a 15.000 tibetanos fueron asesinados, China disolvió el gobierno tibetano y convirtió al Tíbet en una de sus provincias.
El Dalai Lama tuvo que huir y exiliarse en primera instancia en la India. Ha seguido denunciando la violación permanente de los derechos humanos por parte de China y en muchas otras cuestiones se ha convertido en portavoz de los más desfavorecidos. En 1989 le fue otorgado el Premio Nobel de la Paz y en el 2007 el Congreso de los EEUU le otorgó la Medalla de Oro del Congreso, provocando el malestar del gobierno chino.