Tal día como hoy de 1919, se funda en Weimar (Alemania) la Bauhaus, mítica escuela de arte, diseño y arquitectura. El arquitecto Walter Gropuis fue su ideólogo y primer director.

Fue el centro de formación de diseño moderno más influyente del mundo y sus enseñanzas continúan siendo fuente de inspiración en pleno siglo XXI.

¿Por qué fue revolucionaria, vanguardista y radical la escuela de Bauhaus? En primer lugar, unió todas las ramas del arte bajo el mismo paraguas creador. Combinó las artes y los oficios con la modernidad, dotando a los objetos y utensilios cotidianos una estética particular, al margen del uso que pudiera tener. La filosofía de la escuela era recuperar la artesanía tradicional y los diseños simples y funcionales. Los materiales modernos, más baratos y fáciles de trabajar, facilitaron las técnicas de producción en serie y lo pusieron al alcance de cualquiera.

El claustro de profesores era de primer nivel, destacando autores de renombre como Paul Klee Kandinsky o Mies van der Rohe. La pedagogía Bauhaus también marcó un antes y un después en la enseñanza de las artes y oficios. Huyendo de lo convecional y tocando lo democrático, la escuela estaba dividida en distintos tipos de talleres, en el mismo plano de igualdad con los alumnnos, coexistían dos profesores por clase. Se buscaba la dualidad entre el creador y el artesano. Los lazos entre profesores y alumnos fomentaban el trabajo en equipo y la creatividad, siendo famosa la faceta lúdica del experimento pedagógico. Sus fiestas fueron legendarias, sin límites ni prejuicios, encontrando en ellas otra forma de arte.

El fin del sueño Bauhaus llegó a los 14 años de su fundación. De Weimar, pasó la sede a Dessau, y de allí a Berlín. En la capital alemana, Hitler un artista fracasado, ordenó su cierre en 1933.