Tal día como hoy de 1940, tropas de la España nacional ocupaban militarmente la ciudad de Tánger, integrándola provisionalmente en el Protectorado del Marruecos español.
Ese mismo 14 de junio de 1940, y en el contexto de la II Guerra Mundial, Europa temblaba cuando el ejército alemán ocupaba con total facilidad París.
La nota del ministro de Asuntos Exteriores español Juan Beigbeder, decía “con objeto de garantizar la neutralidad de la Zona y ciudad de Tánger, el Gobierno Español ha resuelto encargarse provisionalmente de los servicios de Vigilancia, Policía y Seguridad de la Zona, para lo cual han penetrado esta mañana fuerzas de la Mehal-la. Quedan garantizados todos los servicios existentes, que continuarán funcionando normalmente”.
Desde que en 1912 se configuró el Protectorado hispano-francés en Marruecos, sobre Tánger recayó un condominio de las grandes potencias, dando lugar al establecimiento de Zona Internacional de Tánger. Su estratégica situación en el Mediterráneo, por ello la denominaban «la puerta de África», hizo que gozará de un estatus diplomático especial, que comprendía la ciudad y su hinterland (zona de influencia comercial de la ciudad y el puerto).
Para Franco, Jefe del Estado español, era fundamental mantener la neutralidad de la ciudad, cuyo puerto era clave para el dominio del Estrecho.
Esta especial situación había convertido a Tánger en crisol de culturas. Era una ciudad diferente, tolerante, cosmopolita y neutral, y así debía de seguir. Árabes, cristianos y judíos, convivían y negociaban aprovechando la baja presión fiscal.
En el año de la ocupación española, la suma de hebreos, españoles y franceses era superior a la de marroquíes, además de contar con miles de habitantes de hasta 14 nacionalidades distintas.
En 1945, con la finalización de la contienda mundial, el gobierno español retiraba a sus tropas de Tánger, y la ciudad norteafricana volvía a su estatus anterior. En 1956, Tánger quedaba definitivamente incorporado al Marruecos independiente.