EFEMÉRIDES 17 DE MAYO SENDERO LUMINOSO, TERRORISMO A GRAN ESCALA - El Sol Digital

EFEMÉRIDES 17 DE MAYO SENDERO LUMINOSO, TERRORISMO A GRAN ESCALA

Tal día como hoy de 1980, el grupo terrorista Sendero Luminoso, de inspiración maoísta, inicia la lucha armada cometiendo un atentado en el local electoral de Chuschi, un pueblo de Ayacucho. El acto estuvo cargado de simbolismo, pues quemaron las urnas. Era el día de las elecciones para elegir presidente en Perú, después de 12 años de gobierno militar.

El líder de Sendero Luminoso era Abimael Guzmán, prototipo de comunista sanguinario. Antiguo  profesor universitario de filosofía, reunía todas y cada una de las características propias de su jefatura ideológica. A saber, culto a la personalidad -se hacía llamar presidente Gonzalo-, sectarismo, desprecio absoluto por la vida humana, utilizar la mentira como arma revolucionaria y un enfermizo resentimiento de clase. Maoísta radical, admiraba los métodos del asesino camboyano Pol Pot. Sobre sus espaldas impulsó uno de los grupos armados más violentos de la historia del siglo XX en Hispanoamérica. En el corto periodo de 12 años, y sin controlar los resortes del poder, fue el responsable intelectual de más de 70.000 muertos y  desaparecidos. Su objetivo era reemplazar las instituciones del  Estado peruano, las cuales consideraba «burguesas», por un régimen revolucionario campesino comunista.

A pesar de sus tesis, tiñó de sangre campesina y obrera los campos y tierras andinas.

La noche del sábado 12 de setiembre de 1992, bajo la presidencia de Alberto Fujimori, la Policía Nacional peruana, en la llamada Operación Victoria, capturaba a Abimael Guzmán y a parte de la cúpula de Sendero Luminoso. Fueron sentenciados a cadena perpetua por terrorismo, atentados, asesinatos selectivos y acciones de sabotaje. Después de estos encarcelamientos las acciones de Sendero Luminoso han sido esporádicas.

Guzmán, falleció casi 30 años después en una cárcel peruana, sin haber conseguido concretar su fanática aventura, pero dejando tras de sí un reguero de sangre, fuego y dolor.

Deja un comentario

El email no será público.