Faltaban 46 segundos para finalizar el partido de la NBA entre los Philadelphia Warriors y los New York Knicks. Wilt Chamberlain, pivot de 2,16 de los Philadelphia, se eleva entre sus rivales para en un tiro en suspensión, lanza contra el tablero y canasta.

Acaba de anotar su punto número 100. La locura se desató tal día como hoy de 1962 en el frío pabellón de deportes de Philadelphia.

Un partido intrascendente de la liga regular de la NBA se había convertido por derecho propio en uno de los mayores hitos de la historia del deporte de la canasta. En aquel momento se produjo una invasión de campo y el partido se tuvo que parar casi 10 minutos para disputar los 46 segundos restantes. Chamberlain no volvió a la cancha, había roto todos los registros. Lo había logrado tras encestar 36 de 63 tiros de campo (no existían los triples), en un total de 28 de 32 tiros libres. Fue una exhibición sin igual hasta la fecha. Son esos récords que traspasan la frontera de la estadística para entrar de lleno en la leyenda.

El partido no se televisó y apenas existen documentos gráficos. Lo único que había era una emisión de radio del último cuarto. Al menos eso se creía hasta el

2019, que apareció el acta oficial del partido. Inmediatamente se convirtió en uno de los documentos históricos de más valor de la historia de la NBA, valorado por las casas de subastas en cientos de miles de dólares.

Más de sesenta años después, Chamberlain sigue siendo el hombre récord de la NBA. Esa temporada llevaba la friolera de 50 puntos de media por partido.

Algunas de sus hazañas denotan que ha sido uno de los jugadores más dominantes de todos los tiempos. Por ejemplo, estableció una media de más de 30 puntos y 20 rebotes por partido durante 7 temporadas seguidas, y posee más de 70 récords históricos de la NBA.