Tal día como hoy de 1920, se inauguran los Juegos Olímpicos de Amberes (Bélgica), los primeros celebrados después de la Primera Guerra Mundial.
La ciudad belga fue elegida «en honor al sufrimiento que había padecido el pueblo belga durante la guerra», según el COI. Era una manera, según el barón Pierre de Coubertin, de normalizar el deporte después de la dolorosa cancelación de los JJOO de Berlín 1916.
La apresurada elección de Amberes y las ganas de mostrar los primeros signos de recuperación después de la Gran Guerra, propició una sede olímpica poco preparada y en plena economía de guerra. Sólo participaron 29 naciones reunidas en 2.600 deportistas. En aquella edición se acuñó el término «furia española» para el combinado de fútbol. Con el portero Ricardo Zamora como gran estrella, fueron acreedores de la medalla de plata.
Si las instalaciones deportivas se encontraban en pésimas condiciones, por ejemplo, no hubo recursos para construir una piscina, no mucho mejor era la salud mundial en aquellas fechas.
Dos años antes había estallado un brote de gripe A H1N1, la denominada gripe española, convertida en pandemia y que se calcula que acabó con la vida de 50 millones de personas. A diferencia del Covid19, aquella gripe era especialmente letal para la gente joven. Los organizadores de Amberes 1920 poco tuvieron en cuenta de ese escenario sanitario y apenas se tomaron medidas para evitar la propagación. Los deportistas estaban obligados a sufragarse parte de la alimentación y salvó algo la situación que la mayoría de las competiciones eran al aire libre. Algunos equipos ya venían diezmados por los estragos del virus. Así, el atleta estadounidense Martin Sheridan, cinco veces campeón olímpico, había fallecido por la gripe días antes de la cita olímpica.
En definitiva, los JJOO de Amberes fueron un símbolo de esperanza, normalidad, y posicionamiento de un evento deportivo en un marco internacional, pero un fracaso en lo económico, con unas pérdidas de 600 millones de francos y la declaración de bancarrota del Comité Olímpico belga tres años después.