Tal día como hoy de 1972, se emitía «Un, dos, tres… responda otra vez», el concurso televisivo pergeñado por el realizador y director de cine Chicho Ibáñez Serrador. Un programa icónico para generaciones de españoles.

Las audiencias semanales eran estratosféricas, con más de 20 millones de telespectadores, y era punto de encuentro para las familias de toda España. Llegó a tener tanto éxito que estuvo dos temporadas de «tour» por España grabándose en plazas de toros y grandes locales. En otra ocasión, en lugar de anuncios se emitió una declaración del ministro de Interior en relación a un secuestro.

El formato era original y sencillo. Mezclaba los tres principales estilos de concursos: cultura, habilidad física y puro azar. Cada programa estaba dedicado a un tema específico, con decorados, vestuario y actuaciones acordes a ese escenario. Era un concurso caro de producir pero tremendamente rentable. Los patrocinadores estaban en fila para anunciarse y la marca «Un, dos, tres» conoció versiones  de éxito en Portugal, Alemania, Holanda y Bélgica.

El peruano Kiko Legard fue el primer presentador y Mayra Gomez Kemp le sustituyó con gran popularidad. Las sexys azafatas con minifalda y grandes gafas como Agata Lys, Victoria Abril, Lidia Bosch o Silvia Marsó siguieron con brillantes carreras profesionales.

Participar y actuar en «Un, dos, tres» era timbre de gloria para artistas veteranos y noveles. Era un programa capaz de hacer célebre de la nada a un artista en 24 horas. Y si no que se lo digan al Dúo Sacapuntas o Ángel Garó.

Hasta los personajes secundarios del concurso como Don Cicuta, los tacañones, e incluso los inanimados como la calabaza Ruperta, formaban parte del agradable paisanaje del programa más entrañable y recordado de la historia de televisión española.