Tal día como hoy de 1949, se escribían una de las páginas más negras de la historia del fútbol mundial. El Torino, un equipo destinado para marcar una época en el «calcio», desaparecía en el acto en un terrible accidente aéreo marcado por la pésimas condiciones meteorológicas. Venían de Lisboa de jugar un amistoso de homenaje al gran capitán luso Francisco «Xico» Ferreira.

El avión que los transportaba se estrellaba en la parte posterior del terraplén de la Basílica de Superga. El accidente sería recordado como la «Tragedia de Superga». Murieron 31 personas entre jugadores, dirigentes, entrenadores, periodistas y tripulación. El club del Toro, estaba considerado por muchos expertos el mejor equipo del mundo. Cinco scudettos consecutivos le avalaban, además de aportar a 10 de los 11 titulares de la “Squadra Azzurra”, entre ellos Valentino Mazzola, que brillaba con luz propia. Con un juego ofensivo y espectacular, estaba clasificado para el Mundial Brasil 1950.

Además de las pérdidas humanas, el Torino no llegó a recuperarse en lo deportivo. La selección italiana también se vio muy afectada. La pérdida de la base  para la selección fue demoledora. El juego ofensivo que lo caracterizaba se transformó por falta de efectivos en el origen del «catenaccio», que fue la forma que tuvo que jugar Italia en Brasil 50 por la falta de calidad ofensiva.

El accidente, que conmocionó al mundo del fútbol a un lado y a otro del Atlántico, nos dejó una bonita historia de amistad entre dos clubs: el Torino y el River Plate. El club argentino se ofreció para jugar un amistoso para que lo recaudado fuera a las familias de las víctimas. El vínculo los unió más yendo el club italiano a Buenos Aires. Desde entonces, la segunda camiseta de ambos clubs suele ser la titular del otro. Aunque el eco del accidente todavía perdura, fraguó una amistad eterna.