Tal día como hoy de 1941, y a la edad de 54 años, una angina de pecho acababa con la vida de Alfonso de Borbón y Habsburgo-Lorena. Exiliado en Roma, mes y medio antes, Alfonso XIII de España había abdicado en favor de su tercer hijo, Juan.
El hijo póstumo de Alfonso XII había sido proclamado rey de España el mismo día de su nacimiento. Desde entonces, hasta su mayoría de edad declarada a los 16 años, actuó bajo la regencia de María Cristina, su madre.
Con veinte años se casó con la inglesa Victoria Eugenia de Battenberg. La ceremonia fue objeto de un atentado anarquista con varios muertos. Aunque los contrayentes salieron ilesos, las manchas de sangre en el blanco vestido de la novia iban a ser un negro presagio del reinado que les esperaba.
La guerra de Marruecos, la Semana Trágica de Barcelona y el Desastre de Annual, fueron duros escollos en los primeros años de reinado. Por otro lado, su extraordinaria labor humanitaria de la Oficina Pro Cautivos, en el contexto de la IGM, le hizo acreedor para la candidatura del Premio Nobel de la Paz en 1917 y 1933.
Con Miguel Primo de Rivera aupado al poder con el apoyo del monarca, vivió unos años de tensa tranquilidad, hasta la renuncia de éste en enero de 1930. Los posteriores, breves e inestables gobiernos de Berenguer y el almirante Aznar, no pudieron evitar, en las grandes ciudades, el triunfo republicano en las elecciones municipales de 1931. Aunque el cómputo general de votos fue favorable a los monárquicos, sintió la falta de apoyos. Así, la misma noche en que se proclamó la República, el 14 de abril, el rey de España abandonaba España.
Cinco años después, al comenzar la Guerra Civil, tanto Alfonso XIII, como su hijo Juan, apoyaron al bando nacional.