Tal día como hoy de 1513, el vallisoletano Juan Ponce de León puso pie en Florida (actual EEUU). Dicen que buscó en aquel territorio los manantiales de la Fuente de la Juventud. No encontró las famosas aguas, y ni siquiera existe constancia de que realmente se dirigiera a ese cometido. Pero en toda leyenda hay un sesgo de verosimilitud, y en la zona donde exploró se han descubierto barros de un alto poder reconstituyente y curativo, dando timbre de mito a la llamada fuente de la eterna juventud.

Ponce de León había partido con tres barcos desde la isla de Puerto Rico. Al tomar posesión de la tierra, la llamó Florida, por haber arribado en tiempo de la Pascua Florida. En ese mismo momento, se convertía en el primer europeo en explorar el territorio continental de los Estados Unidos.

Como en un guiño del destino, los primeros pasos de Ponce de León en tierra firme fueron muy cerca de Cabo Cañaveral, desde donde 456 años después un cohete espacial despegaba llevando por primera vez un hombre a la luna. Aunque en la luna no había nadie, no fue el mismo escenario el que se encontró

Ponce León en aquellas tierras ignotas. Los nativos que habitaban aquel lugar no se mostraron precisamente amistosos con los españoles que allí llegaron. Ponce de León rehuyó el enfrentamiento y ordenó navegar ceñidos a la costa, descubriendo así los famosos cayos de Florida.

Vuelve a Castilla, para recabar del rey Fernando el Católico autorización para la conquista y colonización, obteniéndola junto con el título de Adelantado de la Florida y Bimini. Retorna a Florida en 1521, pero esta vez trae una expedición compuesta por misioneros, familias, ganado y semillas para cultivar.

Hoy Florida, con  21 millones de habitantes, es uno de estados más prósperos de los Estados Unidos de América y es internacionalmente conocida por su general atractivo.