Tal día como hoy de 1933, el poeta y dramaturgo granadino Federico García Lorca estrenaba en el Teatro Beatriz de Madrid la obra «Bodas de sangre».
La hemeroteca de la época habla de un extraordinario éxito de aquel estreno. «El éxito, clamoroso; el público no cesó de aplaudir hasta interrumpiendo la representación”, narraban las crónicas.
La historia estaba basada en hechos reales. Cinco años antes, los habitantes de un cortijo de Níjar (Almería) daban rienda suelta a toda la simbología que desarrolló la obra de García Lorca: sangre derramada, luna, cuchillo y tragedia. Todo ello, en la Andalucía rural y con la mujer con protagonismo central. Universo lorquiano, que de una manera u otra, se repite en otros dramas como «La casa de Bernarda Alba» y «Yerma».
Lorca conoció los hechos por la prensa, si bien la escritora Carmen de Burgos ya había escrito una novela corta , «Puñal de claveles», que sirvió de inspiración al autor de «Romancero Gitano».
Especialmente admirado fue el trabajo de los actores, Josefina Díaz, Manuel Collantes y Josefina
Tapias, en el papel de madre del novio. Este personaje se convirtió en clave en el montaje de la obra.»El papel de la madre del novio tuvo momentos de la emocional grandeza que pide la obra trágica” opinaron los críticos. La gran actriz Margarita Xirgú fue la encargada de representar a ese personaje en el estreno en Barcelona.
Después del éxito de la representación en Madrid, Lorca, que era un escritor viajero (ya había estado en Cuba y Nueva York), no dudó en volver a cruzar el atlántico y cuatro meses después «Bodas de sangre» se ganaba el fervor del público de Buenos Aires.