El Cultural - Candilejas - El Sol Digital
El Cultural – Candilejas

El Cultural – Candilejas

Esta semana hemos estado en la filmoteca viendo la película “Candilejas” de Charles Chaplin. Richerdios.

 

Candilejas

Título original. Limelight

Año. 1952

Duración. 145 min.

País. Estados Unidos

Dirección. Charles Chaplin

Guion. Charles Chaplin

Música. Charles Chaplin

Fotografía. Karl Struss (B&W)

Reparto. Charles ChaplinClaire BloomNigel BruceSydney ChaplinNorman Lloyd, Buster KeatonMelissa HaydenGeraldine Chaplin

Productora. United Artists

Género. DramaRomance | Drama románticoTeatroBalletAños 1910-1919.

Sinopsis. Un viejo payaso (Charles Chaplin), después de evitar el suicidio de una joven bailarina (Claire Bloom), no sólo la cuida, sino que, además, se ocupa de enseñarle todo lo que sabe sobre el mundo del teatro para hacerla triunfar. Último y melancólico film americano de Chaplin.

Premios. 1952: Premios BAFTA: Mejor promesa (Claire Bloom). Nominada a mejor película. 1952: National Board of Review: 10 mejores películas del año. 1952: Círculo de críticos de Nueva York: 2º lugar Mejor Actor (Charles Chaplin). 1952: National Board of Review: Top Mejores películas del año. 1972: Oscar: Mejor banda sonora (el film se estrenó en Los Ángeles en 1972)

 

Noveno y antepenúltimo largometraje de Chaplin. Escrito por él, el guion se inspira, en parte, en hechos de la vida de sus padres y en referencias autobiográficas. Se rueda íntegramente en los RKO-Pathé Studios (Culver City, CA). Obtiene un Oscar (banda sonora) y un Nardo d’Argento (film extranjero). Producido por Chaplin para la UA, se proyecta por primera vez en público el 16-X-1952 (Londres). La acción tiene lugar en Londres, entre abril y diciembre de 1914. Calvero (Chaplin) es un payaso entrado en años, que echa de menos sus antiguos triunfos y sus años de esplendor. Dedica su tiempo a enseñar a una joven bailarina, Teresa (Bloom), su experiencia y su filosofía de la vida. El film suma los géneros de comedia, drama y romance. Cansado de las polémicas que rodearon a algunos de sus films anteriores («El gran dictador», «Monsieur Verdoux»…), Chaplin escribe un guion no problemático: una historia de amor. La obra presenta una sosegada reflexión sobre la vejez, las relaciones de ésta con la juventud y el relevo generacional. Explica la filosofía de la vida del realizador: apuesta por el amor verdadero, la alegría de vivir, la ayuda de los mayores a los jóvenes, la aceptación del declive físico y profesional asociado a la edad, etc. Critica las modas pasajeras en cine. Rinde un sentido homenaje a una época pasada de la vida, del cine y de los actores. Los breves planos que Chaplin comparte con Keaton tienen una fuerza que va más allá de las imágenes. No prescinde del todo de Charlot, el pequeño vagabundo que le dio fama y reconocimiento. El modo de vestir de Calvero es una variante del de Charlot. La obra está impregnada de sentido autobiográfico. Intervienen cuatro de sus hijos (Sydney, Geraldine y otros dos), un hermanastro y su esposa Oona O’Neill. Sitúa la acción en 1914, el año en que inició su carrera profesional. La historia de Terry, con una hermana dedicada a la prostitución, recuerda la de su madre. La relación de un hombre maduro con una mujer joven se relaciona con su matrimonio con Oona y otras relaciones de pareja anteriores. El alcoholismo de Calvero coincide con el de su padre. Las opiniones que expone tienen mucho que ver con las propias. Los sentimientos del protagonista coinciden en gran medida con los del autor durante la producción. Son escenas destacadas el salto de la pulga (tomada de un film anterior de Chaplin), el ejercicio de la mendicidad, el último baile y otras. Producido cuando Chaplin tenía 63 años, es su último film americano. En Europa rueda otras dos cintas. La música, de Chaplin, aporta una partitura original con un tema central, lírico y melancólico, de gran fuerza. La fotografía, de Karl Struss («El gran dictador», 1940), en B/N, desarrolla un notable trabajo de cámara, con abundantes primeros planos, planos picados a gran altura, giros, movimientos de grúa y elocuentes travellings. Incluye efectos visuales con imágenes de proyección posterior. Film muy notable. Se acabó. Chaplin fue expulsado de malas maneras de USA poco después de rodar Candilejas. Dicen que lo último que vio del país de la libertad fue la estatua de la libertad, desde la parte de atrás del barco que le llevaba de «visita» a su Inglaterra natal, y que en ese momento se le informo de que se le denegaba el regreso. Acosado por el McCarthismo que le acusaba de comunista, por el F.B.I y por la prensa por sus gustos por la gente…por la gente más joven que él (por decirlo suavemente), Chaplin vivía sus horas más bajas. Depresivo, melancólico, enterrado ya por siempre Charlot el vagabundo, consciente de que se la jugaba si volvía hacer una película con tintes sociales, Chaplin se enamora por última vez de una chica de 18 años, a la que da el papel de protagonista en la película. Para la ocasión, contó con su fiel amigo (adversario en la taquilla y maltratado por el cine con la llegada del sonoro) Buster Keaton, haciendo unas breves apariciones, con uno de los números más tristes. Dicen que esta película compagina sabiamente la lágrima y la risa. La melodía que suena constantemente (compuesta por Chaplin y por la que ganó su único Oscars a excepción del honorífico, cuando América se dio cuenta de su error) es una buena muestra de ello. Chaplin se despide de todo lo que le rodea. Es imposible no ver que es bastante autobiográfica; un hombre que hacía reír a todo el mundo y que vive sus peores momentos, abandonado, borracho y solo, y que trata por todos los medios de salvar a una joven mujer (por no decir chiquilla de 18 años), y de darle ánimos y esperanzas, aunque él ya no disponga de eso en un mundo que le ha olvidado. Pero lo más doloroso para él es soñar con las risas del pasado y despertarse con el silencio del presente. Ya solo actúa en actuaciones de segunda clase, y para darse valor debe beber más de lo aconsejable. Nadie se atreve a decirle que está acabado, no por respeto a lo que fue, sino por lástima. Los últimos 10 minutos, con la actuación «cómica» con el otro perdedor, Keaton, y todo lo que viene después es fantástico. Nadie lo dice, pero se entiende. El espectáculo debe continuar.

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