El general de División en la Reserva, Rafael Dávila Álvarez, declaraba el pasado 18 de marzo en el diario El Mundo:
Como dice Clausewitz, «la guerra no es más que la política del Estado proseguida por otros medios». Y en este sentido, esta guerra [la agresión rusa contra Ucrania] es el gran fracaso de la política, porque esta situación no es de ahora, ¿qué paso cuando la anexión de Crimea? ¿y con la revolución naranja? No tenemos políticos que estén a la altura de la situación, ellos mismos han provocado esto y las armas de la política se las han pasado a los militares. Ahora no hay ningún líder capaz de hacer frente a Putin. Pero volviendo a tu pregunta, mira lo que escribe Clausewitz: «Es una costumbre tradicional de la política europea que los Estados se comprometan por tratados ofensivos y defensivos para prestarse apoyo recíproco, pero no conviene por esto que cada uno de estos Estados deba hacer suya la hostilidad o los intereses de su aliado». Y termina: «Aun cuando los dos aliados tengan fuertes intereses en común, la reserva diplomática juega su papel». Como decía Churchill, en la guerra no hay amigos, solo hay intereses particulares. Alemania, que ahora dice ir de la mano de Macron, hasta hace cuatro días estaba negociando de tú a tú con Rusia la construcción de un gasoducto independiente para asegurarse el suministro energético. Ahora, cuando le ha visto las orejas al lobo, va a invertir en la remodelación de sus Fuerzas Armadas. Pero ¿y el Reino Unido, forma parte de Europa? Lo cierto es que hay una desinformación absoluta, algo que tampoco es nuevo. Otra vez Clausewitz: «La mayor parte de las noticias son falsas y la actividad de los hombres hace de la mentira y la falsedad una nueva fuerza»”. Como la vida misma.