Vodafone tiene una larga tradición de mal servicio a muchos de sus usuarios, podría hasta realizarse una película acerca de la impotencia de sus clientes ante el mal funcionamiento de la compañía. Solo un ejemplo más. Una tarde te avisan por teléfono -sin que tengas la posibilidad de comprobar que la llamada es de quien dice ser- de que tu banco devolvió un recibo y que tienes un día para pagar o… te cortarán la línea, hasta ese momento, 24 horas, “Vodafone protegerá tu línea”, eufemismo sin sentido. Te comunican que debes llamar al 22122 para el pago con tarjeta, y lo haces, pero ya se han ido. Al día siguiente, lo intentas de nuevo, y cuando llevas 22 minutos cortan/se corta la comunicación. Reintentas la comunicación, cortan/se corta la comunicación. ¿A la tercera va la vencida? Llevas mucho, demasiado tiempo, al teléfono, la audición es fatal, vuelve a mal atenderte un agente y tras casi treinta minutos de espera dice que no advierten que haya ningún recibo pendiente de pago, entonces le vuelves a repetir que te llamaron… ¡y son de la misma compañía, claro! Como último recurso, el agente te facilita un número de cuenta para que hagas el ingreso. Como para fiarse, piensa el maltratado usuario.