El Museo del Vino de Málaga ofrece un recorrido por su historia y geografía a través de sus etiquetas - El Sol Digital
El Museo del Vino de Málaga ofrece un recorrido por su historia y geografía a través de sus etiquetas

El Museo del Vino de Málaga ofrece un recorrido por su historia y geografía a través de sus etiquetas

Desirée Ruiz Ariza.- Ubicado en la Plaza de los Viñeros, justo en el centro de la ciudad, el Museo del Vino de Málaga ofrece un estupendo recorrido por su historia y  geografía en la provincia desde los fenicios hasta la actualidad. Fue inaugurado en el año 2008 y surgió como una idea del propio sector, que entendía que necesitaba una plataforma para dar a conocer los vinos de Málaga y ser, además, un punto de encuentro en torno a la formación de estos vinos y su cultura. Es propiedad del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga.

En total, cada año se comercializa unos dos millones de litros de vino de Málaga, de él se exporta al menos un 30 por ciento del total de la producción. Se trata de una de las más pequeñas producciones de vino del país, pero es una de las más extensas. La zona de producción de la Denominación de Origen Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga se compone de cinco áreas: Axarquía, Zona Norte (Comarca de Antequera), Montes de Málaga, Serranía de Ronda y Manilva. Esto hace de la vendimia en Málaga un proceso largo y complejo que, normalmente, se inicia a últimos de julio en la Axarquía, y termina en la Serranía de Ronda a finales de octubre.

Este museo alberga una colección de litografías de vino y coberturas paseras, la gran mayoría perteneciente al siglo XIX y principios del siglo XX, unos años en los que la ciudad rebosó de esplendor en numerosas facetas. Así, Málaga vivió durante esta época una importante expansión económica, social y artística que se ven reflejadas en dichas litografías. En concreto, se trata de etiquetas y carteles, así como botellas, cartelas, piedras litográficas, estuches de pasas y material promocional de las bodegas malagueñas de aquellos años. Según ha informado la responsable de promoción y comunicación del Consejo Regulador del Vino, Vanessa Robles, “las etiquetas fueron cedidas por el coleccionista Manuel Martínez Molina, quien durante años hizo un excelente trabajo de recopilación y restaurado y en ellas se muestra la actividad vinícola de dicho periodo”.

En total, este museo tiene unas 1.200 etiquetas, pero por motivos de espacio, en exposición solo hay unas 400. Las mismas se encuentran distribuidas en diferentes temáticas, como la exportación, otras con la historia de la época, alusiones a personajes históricos y conocidos por sus hazañas como reyes, toreros, políticos y filósofos, entre otros. Además de etiquetas y coberturas paseras, también hay algunas de productos muy demandados en aquella época como el ron, el aguardiente, el anís y otros licores.

Vanessa Robles explica que “los visitantes pueden ver, además, varios paneles informativos en los que se muestran lo más típico de nuestra cultura e idiosincrasia. También tenemos una parte de exposición de etiquetas dedicadas al vino y al arte. Piezas concretas que hacen alusión a obras de algunos escritores como Shakespeare y su obra Romeo y Julieta, al personaje de Fígaro del Barbero de Sevilla, y el más importante para nosotros es la que hace alusión a la obra más internacionalmente reconocida, Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes”.

La responsable de promoción y comunicación de este museo también informa que “algunas etiquetas hacen alusión a la Málaga del siglo XIX, donde también había mucha escasez y falta de alimentos, por lo que beber vino de Málaga era un poco como una panacea, es decir, constituía un principal método de hidratación y muchos vinos dulces daban la energía necesaria para el día a día”.  Robles explica que “el vino de Málaga se va haciendo poco a poco un vino considerado mítico, de leyenda, se decía que este tipo de caldos eran tan buenos que llegaba incluso a sanar a enfermos. De ahí que haya un etiquetado especial para enfermos y convalecientes. También hay etiquetados que aluden a personajes mitológicos de la talla de Sansón y Aquiles porque también a este vino se le atribuían determinadas propiedades sobrenaturales”.

Una muestra de las etiquetas expuestas

Además de todo lo anterior, Vanesa Robles explica que “el vino de Málaga ha sido también considerado como uno de los vinos de misa más importantes del país, y al ser vino quinado a veces abría las ganas de comer y se les daba especialmente a los niños. Ahora es algo impensable, pero antiguamente se les ofrecía una generosa cucharada a niños delicados de salud o a aquellos que comían mal”.

En este museo también se pueden ver distintos tipos de coberturas paseras, que era el papel que cubría las pasas, las cuales iban metidas dentro de unas cajas. “Su elaboración era muy costosa y en la gran mayoría de los casos valía más el continente que el contenido. La ciudad de Málaga regalaba estas cajas a instituciones, políticos, embajadores, etc.”, según Robles.

El visitante se puede hacer una idea de cómo se producía y se elaboraban los vinos de aquella época a través de varias imágenes expuestas en este museo. En cuanto a la viña, también se puede ver cómo es la planta, así como sus variedades y las prácticas de cultivo.

Tras finalizar la visita al museo, se puede degustar un vino en la zona donde se encuentra la tienda, en la que se pueden adquirir los vinos y pasas de Málaga. A lo largo del año, este museo realiza varias actividades conjuntas con el Museo Carmen Thyssen y el Museo Unicaja de Artes y Costumbres Populares, y organiza algunas catas y cursos de formación relacionados con el sector.

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