Desgraciadamente, se acumulan los hombres buenos que tienen un mal final. Es el caso de Ignacio Echeverría, el español asesinado por los yihadistas en Londres al salir en defensa de una mujer a la que estas hienas atacaban. Un joven, según todos los testimonios recogidos, bueno y querido que se ha ido antes de tiempo porque estos individuos se tomaron la noche para salir a matar infieles. Siempre será poca toda la dureza de la ley que se emplee contra quienes odian esta sociedad en la que viven y que les ofrece derechos y libertades que no conocen en sus países de origen. Pasa a este Paraíso, Ignacio, y tráete tu monopatín, aquí practicarás sin contratiempos.