Triste adiós a la sanidad pública el del prestigioso cirujano César Ramírez Plaza, que se quejaba amargamente el pasado domingo en las páginas del diario Sur de la incompetencia y mediocridad profesional de quien le ha impedido durante siete años que ocupe su plaza en Málaga, ciudad en la que reside, lo que le obliga día a día a desplazarse a Sevilla. Debería publicarse el nombre de este personaje para su propio oprobio.
César Ramírez, un excelente profesional de la medicina, denuncia el miedo que existe en los hospitales públicos a hablar de las injusticias del sistema, de la decepción y el hastío del personal médico y de la politización de la sanidad andaluza. Pero aquí, en este Paraíso, querido César, tienes nuestro reconocimiento y gratitud garantizados. En la medicina privada, como en Quirón, donde operas, desarrollarás una fructífera carrera. Gracias por hablar claro en estos tiempos oscuros.