La pasada semana, el martes, publicábamos una entrevista con Gonzalo Campos, de Microteatro Málaga, y el mismo día conocíamos que el próximo 23 de febrero esta iniciativa cierra sus puertas. Como la propia compañía anunciaba en Instragram “lo hemos intentado por todos los medios, pero no ha sido posible”, y “como hemos avisado varias veces, la supervivencia de este proyecto dependía de los propios malagueños”. Pues así es, los proyectos no solo dependen de la voluntad de sus promotores sino de la aceptación del público, y éste ha fallado.

Suba la compañía a este Paraíso por su esfuerzo y por dar lo mejor de sí mismos en el arte escénico.