Atención exquisita la de Luces. Sus empleados ayudan todo lo posible al cliente a localizar el libro que busca, se esmeran en los pedidos y le orientan en sus demandas. Esta librería que cambió de acera -ahora en Alameda Principal 37 o Trinidad Grund 30- por las obras del Metro, que por poco la hunden, se aloja ahora en un edificio del siglo XVIII que un día albergó la mítica Imprenta Sur.
Suban a este Paraíso sus propietarios y empleados por su buen hacer diario y vayan por delante nuestros deseos del mejor de los éxitos.