No es mala noticia, aunque proceda de un banco. El BBVA cerrará sus sedes centrales a las 19 horas, limitará a 45 minutos las reuniones y reconoce el derecho a la desconexión digital de sus empleados fuera del horario laboral. El banco lanza así un plan para combatir el presentismo, favorecer la conciliación y aumentar la productividad. Estos cambios se irán implantando paulatinamente en todos los países en los que el banco está presente. Que cunda el ejemplo.