Con mucho acierto declaraba Alejandro Nieto, catedrático emérito de Derecho Administrativo, de 90 años, en el diario El Mundo, el pasado 6 de marzo ante la siguiente pregunta:
– Una duda final: el político, el funcionario, el periodista, el intelectual que no se amolda, que no es leal –como mantiene– ¿está condenado al ostracismo?
– Hay algunos que tienen personalidad suficiente para sobrevivir, es decir: el Gobierno no se atreve a meterse con ellos y ellos siguen en su estatus. Lo que sucede, normalmente, es que quedan aislados. Por ejemplo: si se trata de un investigador no se le da dinero para su instituto, aunque se le deje de director, o se le encomiendan funciones que no le valen para nada. Y a quien se le puede dar la patada, se le da la patada.